La comunicación política en tiempos modernos, marcados por una serie de factores, que impactan positiva y negativamente los sistemas transversales como instrumentación legal para el manejo de la información gubernamental, y que estos instrumentos deberían, además ser gestionados apegados a las normas de ética y compromiso social para proteger la dignidad de los ciudadanos de un país, y esto se logra cuando desde el poder se difunde la información con total apego a las normas de ética, la verdad.
La información divulgada desde poder, positiva o negativa, real o ficticia, es divulgada en los distintos medios de comunicación, y la aceptación o el rechazo va a depender de la capacidad de los redactores y comunicadores para articular las estrategias y comunicar con la precisión y la verdad que demandan los nuevos tiempos, para lograr vínculos directos y afectivos de los ciudadanos a través de la retroalimentación, porque hoy en día la información es recibida, procesada, comentad a través de los medios digitales, porque los ciudadanos, todos, tienen acceso ellos y pueden emitir su opinión.
Por tanto, debemos hacer los ejercicios de reflexionar antes de escribir y hablar para abordar cualquier tema, ya sea político, económico, religioso, social, y sobre todo hoy es más que necesario cuidarse de no caer en imprudencias innecesarias, porque al final y eso pasa en la mayoría de los casos, lo que una persona dice y escribe termina en perjuicio del informante y mucho más aún cuando se abordan los temas desde la pasión, dejando de lado la utilización del intelecto y la reflexión.
De ahí que, la comunicación política requiere urgentemente ser abordada por expertos, que ayuden en la construcción de un nuevo modelo de planificación y gestión para abordar los temas de políticas públicas, políticos y sociales, y exponerlos como estructura de un conjunto de estrategias de comunicación en la era moderna, que sí bien es cierto han funcionado exitosamente para dañar y desacreditar, también es cierto que puede ser de mucha utilidad, si abordaran esos mismos temas siendo propositivos, creativos, ingeniosos, menos vulgar y más apegados a la verdad, lo real y los temas que son de interés nacional, deben ser abordados con transparencia porque si hay algo importante es que la sociedad le respete y no que llegue al nivel de perder totalmente la credibilidad en las instrucciones públicas.
Lo cierto es, que la estrategia de difundir información sesgada, verdadera o falsa en los medios de comunicación y en las redes sociales, está generando crisis sobre crisis a todos los niveles de la sociedad, porque se percibe frustración, inconformidad y agotamiento metal en una parte importante de la sociedad, o sea en aquellos que sí piensan, reflexionan y saben sacar conclusiones entre lo que se dice y lo que se calla, y eso se puede cambiar si cambiamos el método de sólo criticar, y ser en lo adelante, más propositivos, más creativos y más comprometidos. El poder político debe ser respetuoso y muy cuidadoso de la información que difunde, se requiere estar apegada a la verdad, porque así lo demanda la sociedad.