Santo Domingo.-Con el paso de los años los clubes culturales y deportivos que surgieron en algunos sectores del país, con miras a educar a los jóvenes, han ido desapareciendo.
Sin embargo, otros siguen creciendo, a tal punto que son ejemplos a imitar, como es el caso del Club Mauricio Báez.
Lo que empezó un 11 de septiembre del año 1963, con una canchita en un solar vacío y una escuelita en el sector de Villa Juana, hoy día se ha convertido en un gran complejo que forma y prepara a las presentes y futuras generaciones.
Hace ya 53 años que un grupo de personas se preocupó porque la juventud de ese sector invirtiera su tiempo en un quehacer tan productivo como lo es el deporte.
José Domínguez, cariñosamente “Boyón”, un exjugador y entrenador de basquetbol, dice que la falta de más clubes en los barrios fomenta el ocio en los chicos, por lo que recomienda al Gobierno construir canchas techadas, “que no son tan costosas y que los muchachos puedan estar en los clubes a cualquier hora”.
Para aquella época “era preferible que nosotros estuviéramos en el club en vez de que estar parados en las esquinas”, narra Domínguez.
Indica que “los jóvenes ahora tienen amor por jugar baloncesto, pero esta no es su prioridad. Hoy día se van a beber a un “drink”, o a un colmadón y eso antes nosotros no lo vivíamos”.
Apunta que el Club Mauricio Báez ha “crecido grandemente. En aquella época solo teníamos la cancha y la escuelita”.
Hoy día, señala el dirigente comunitario, existen “demasiado ofertas para que aquellos interesados puedan ir al voleibol, judo, básket, pintura, dispensario médico, la fundación y otros programas que benefician desde el más pequeño hasta el más grande de Villa Juana, el ensanche La Fe y otros sectores aledaños”.
Destaca que este modelo de club podría imitarse en otros entornos, ya que sería “una felicidad que en cada barrio existiera un proyecto similar al Club Mauricio Báez, pues habría menos delincuencia y más muchachos preparados”.
Domínguez tiene 43 años perteneciendo al club, por donde dice que recorrió todas las facetas, pues empezó jugando basquetbol, luego fue entrenador y ahora pertenece a la directiva.
“Yo he ido creciendo con el club”, resalta.
Un trabajo social
El Club Mauricio Báez desde hace 53 años viene desarrollando un trabajo social y comunitario, contribuyendo a la transformación de los moradores de la barriada de Villa Juana y zonas aledañas.
Este complejo, al igual que la Fundación Mauricio Báez, están ubicados en la calle con el mismo nombre en el sector de Villa Juana.
En esa misma área también están la escuela y el liceo, el club y el centro cultural, lo cual conforma todo un complejo de cultura y deportes para todo aquel que quiera integrarse al deporte y a la cultura en sentido general.
Según datos recolectados por los estudiantes del liceo, Villa Juana cuenta con una población de alrededor de 35,000 habitantes, con una extensión territorial de unos 1,500 km2, localizada casi en el centro de la ciudad capital.
Existen 8 centros educativos y 640 establecimientos comerciales.
La fortaleza de adaptarse a los cambios
César Heredia, director de la Fundación Mauricio Báez, expresó que la fortaleza del club radica en que ha aprendido a cambiar el enfoque de lo que tenía que ser un club cultural y deportivo adaptado a las demandas de una nueva generación.
“Esto sin perder de vista la integración con la sociedad, los valores morales, siempre con el enfoque de atender a la juventud de una manera más directa”, indica.
El clubista sostiene que el centro sigue conservando su esencia, a pesar del paso de los años y las innovaciones. “Ha crecido más y se ha ampliado hacia otras áreas para seguirse desarrollando. Yo creo que allí radica la diferencia”.
Heredia cree que muchos clubes han ido desapareciendo porque no pudieron desarrollar a esos jóvenes líderes para que pudieran mantener la mística.
“Hay que ir trabajando y formando la próxima generación del relevo”, insistió César Heredia.