El tema antihaitiano se acentúa en el país como una corriente de rango conservadora, donde los líderes del conservadurismo compiten entre sí para ver quien se coloca más hacia la derecha ante el tema de la presencia de los nacionales haitianos en territorio dominicano.
Es una idea basada en la esencia del conservadurismo político y “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o dicho, en otros términos, la clase que ejerce el poder material en la sociedad dominante es, al mismo tiempo, su poder dominante espiritual. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual”, Karl Marx, La ideología alemana, p. 221.
En esa lógica se han montado el presidente Luis Abinader, Leonel Fernández y Abel Martínez, en una lucha cuerpo a cuerpo por el nicho de la derecha para imponer sus valores derivados del conservadurismo que busca «conservar» »status quo».
Si a fondo vemos los elementos del conservadurismo y las opiniones emitidas tanto por Abinader, Fernández y Martínez, no cabe dudas de que estos luchan por la hegemonía de la derecha, poniendo en relieve el concepto para capitalizar adeptos dentro de sus proyectos y sus propias lógicas con puertas abiertas al predominio del conservadurismo en el plano político, y de la oligarquía en el económico.
Estas ideas crecen en el país y en días recientes hemos visto actos violentos con características fascistas, la vieja política toma cuerpo en tanto estos tres políticos se asumen como voceros de la haitiano.
Sin embargo, los tres están descalificados para enarbolar estas posiciones, ya que desde el poder que han ostentado negocian con el empresariado sobre la mano de obra haitiana, con una práctica política de doble moral frente a este caso, donde el principal enemigo del pueblo de Haití es el gobierno y la oligarquía haitiana; y los principales beneficiarios en República Dominicana son el gobierno y el gran empresariado que se benefician de una mano de obra barata y sobre explotada.
La disputa está planteada entre Luis, Leonel y Abel, de quien se sienta más hacia a la derecha con práctica de la política atrasada.