¿Cómo y por qué cepillarse la lengua?

¿Cómo y por qué cepillarse la lengua?

¿Cómo y por qué cepillarse la lengua?

Yamel Villabrille, Odontóloga - Endodoncista

Una rutina de higiene oral debe incluir indudablemente el cepillado de nuestra lengua, por su anatomía esta es la parte de la boca que más bacterias acumula, si dejamos de lado su limpieza nuestro cepillado no sirve de nada.

Las razones específicas por las que debemos limpiar diariamente la lengua son: podemos eliminar la halitosis (mal aliento), las bacterias que se adhieren a la lengua causan en un 90% un olor muy desagradable.

Otra razón es que podemos evitar la aparición de caries y de enfermedades periodontales (de las encías), porque dichas bacterias pueden colocarse encima de los dientes y encías causando enfermedad. También mejoramos nuestro sentido del gusto, ya que los alimentos tienen un contacto directo con las papilas gustativas de la lengua si esta se encuentra limpia.

Diversos estudios han demostrado, que las bacterias que crecen en la lengua tienen la capacidad de acabar con el resto de la boca y pueden contribuir al desencadenamiento de enfermedades del corazón, nacimientos prematuros, neumonías, entre otras.

Por otro lado, muchas personas argumentan que no pueden higienizarse la lengua porque las náuseas producidas son insoportables. Lo más importante es acostumbrarse a hacerlo, a medida que implementen la maniobra día tras día, las náuseas irán desapareciendo.

Algunos clínicos recomiendan que para disminuir el reflejo nauseoso se debe apretar algún objeto hasta sentir un poco de dolor, lo apretaremos con la mano que no estemos utilizando para sostener el cepillo dental, haciendo esto el cerebro se concentrará en el pequeño dolor y entonces no se producirá el deseo de vomitar.

Para empezar con la limpieza, enjuague su boca luego de haber cepillado los dientes, no se debe utilizar pasta dental para lavar la lengua, coloque la lengua hacia abajo (piso de boca) y hacia afuera, luego con el cepillo limpio y humedecido con agua empiece a hacer movimientos de adentro hacia afuera desde la parte trasera de la lengua, mientras más atrás pueda llegar mejor será la higiene; siempre exhale por la boca, esto relajará los músculos de la lengua y la garganta. Si de todos modos siente náuseas, interrumpa la limpieza, respire profundo y luego continúe cuando desaparezca la sensación de vomitar.

Le recomiendo comprar un limpiador o raspador de lengua, lo puede conseguir en farmacias y supermercados a precios muy bajos, un limpiador resulta mucho más cómodo y eficiente en la limpieza lingual.

Implemente todos los días esta práctica a su rutina de higiene bucal.

Dios le bendiga abundantemente.