Hace algunos años la práctica de “colgarse” de redes inalámbricas ajenas era muy común ya que muchas no tenían contraseña. Sin embargo, con el paso del tiempo y con la concientización de los usuarios, se hizo inviable la utilización de estas redes no seguras.
En la actualidad, las razones para no conectarse a redes desconocidas son muchas, pues los administradores de dichas redes pueden dejarlas abiertas para robar información personal de víctimas que se conectan a las mismas. También, hay que destacar el hecho de que muchos no quieren pagar por un servicio y compartir el ancho de banda con personas desconocidas que además pueden causar daños.
Teniendo en cuenta esto, ESET Latinoamérica y Frontech Colombia, compañías expertas en seguridad señalan que estas son las señales que demuestran si alguien está utilizando su red inalámbrica sin tu conocimiento, según publica el diario elespectador.com.
Herramientas para saber quién está en su Wi-Fi
Según los expertos de ESET Latinoamérica, existen herramientas gratuitas que permiten al usuario visualizar cuántos dispositivos están utilizando la red en la cual estamos conectados.
Nirsoft Wireless Network Watcher y Zamzom son muy similares. Ambas son herramientas gratuitas y permiten, entre otras cosas, la visualización de las direcciones de IP de los equipos conectados a la red, sus direcciones MAC y el nombre del fabricante de la placa de red -así se puede identificar mejor si se trata de un dispositivo propio o ajeno. Otra alternativa es el software llamado Who’s on My Wi-Fi, que permite no solamente visualizar intrusos, sino también bloquearlos (en su versión paga).
Estos servicios, combinados con los siguientes consejos, forman una muy buena estrategia para mantener la privacidad de las redes Wi-Fi:
• Utilizar WPA/WPA2 para cifrar la información en la red: en algunos casos los routers que son entregados por las compañías proveedoras de Internet no tienen activada la seguridad de forma predeterminada y cualquier usuario puede conectarse a la red sin necesidad de ingresar una contraseña. Por lo tanto, es necesario cambiar la configuración del router de tal modo que la red cifre la información, logrando así que los datos que se transmiten sean inentendibles para aquellos que no conocen la contraseña.
• Cambiar el nombre de la red predeterminado: de la misma forma que los routers vienen configurados sin cifrado, suelen tener nombres para las redes que no son adecuados. Si el nombre de la red se corresponde con el fabricante o el modelo del router, el atacante podría disponer de suficiente información para explotar alguna vulnerabilidad conocida en dicho dispositivo. Además, si el nombre identifica al proveedor de Internet, también puede derivarse el modelo de router utilizado. Por ello, es recomendable utilizar un nombre que otorgue la menor cantidad de información posible.
• Desactivar WiFi Protected Setup: algunos routers soportan el uso de WPS, el cual puede otorgar un manejo más sencillo de la seguridad, pero es vulnerable y debe ser evitado siempre que sea posible. Para ser más específicos, esta técnica asigna un PIN de 8 números al router que puede ser descifrado por ataques de fuerza bruta en cuestión de horas. Así, por más que la red tenga cifrado WPA2 con una contraseña muy fuerte, si tiene activado WPS la clave puede ser obtenida en horas.
• Activar el filtrado por dirección MAC: todos los dispositivos poseen una placa de red para poder conectarse. Cada una de estas placas tiene una dirección asociada que, al igual que una huella digital en una persona, la identifica de manera única. Los routers permiten especificar un listado de direcciones MAC de tal modo que solamente dichos dispositivos puedan conectarse a la red, negando el acceso a todo aquel que no se encuentre en la lista. Eso sí, cada vez que se desee permitir acceso a alguien, debe agregarse la dirección a la lista.
• Desactivar la difusión del nombre de la red: si la red está escondida es mucho más difícil que sea atacada. Por ello, es una buena idea evitar el anuncio de la red. La única desventaja de este enfoque es que, para cada nuevo dispositivo que se quiera permitir en la red, se deberá ingresar el nombre en forma manual.
• Actualizar el firmware: resulta fundamental revisar periódicamente si hay actualizaciones disponibles para el firmware del router, ya que éstas corrigen errores críticos de seguridad. El proceso de actualización no demora demasiado tiempo y puede evitar ataques a vulnerabilidades conocidas.
• Cambiar la contraseña predeterminada de acceso a la configuración del router: además de la contraseña de red, es necesario establecer una contraseña para realizar cambios en la configuración. Si bien los equipos actuales solicitan una contraseña de manera predeterminada, ellas son de conocimiento público y no representan un mayor nivel de seguridad. Si un atacante lograra acceso a la configuración del router, podría redirigir el tráfico o suplantar sitios legítimos con versiones falsas.