SANTO DOMINGO.-Los días festivos y las vacaciones pueden ser emocionantes para los niños, pero también pueden generar hábitos alimenticios poco saludables o ansiedad frente a la abundancia de comida.
Para que los padres sepan cómo manejar estas situaciones, después de tantos excesos por las festividades navideñas y vayan tomando el ritmo de vuelta a las clases, Giselle Escaño, especialista en nutriología clínica y medicina estética, comparte estrategias específicas para ayudar a los niños a reducir la ansiedad alimentaria después de las vacaciones sin sentirse presionados.
La Dra. Gi, como se le conoce, explica que en vacaciones, los niños pueden perder la rutina, lo que puede llevarlos a comer constantemente por aburrimiento, por ello aconseja mantener horarios establecidos para las comidas principales y los snacks.
Giselle Escaño.
Agrega: “Es recomendable un horario de comidas entre 3-4 horas para evitar que el niño padezca de ansiedad en las comidas principales y pierda el control o tome actitudes compulsivas con las comidas.
Antes de eventos festivos, asegurarse de que hayan comido algo ligero y saludable en casa para evitar que lleguen con hambre extrema”.
No hay que probar todo
En fiestas con bufés, picaderas o muchas opciones, los niños pueden sentirse abrumados, pues por eso es vital explicarles que no es necesario comer de todo en una sola ocasión. En este sentido, la nutrióloga dijo que se le debe enseñar a elegir sus favoritos y a servir porciones pequeñas (tratando siempre de disfrutar y hacerles conciencia de la importancia de las cantidades).
“En los niños es muy importante promover la actividad física, tanto para su desarrollo y crecimiento como para evitar enfermedades como el sobrepeso y obesidad, la cual desencadenan otras complicaciones a futuro”, apunta.
Se debe aprovechar la energía extra de los niños para mantenerlos activos, lo que también puede ayudar a regular su apetito y dentro de las recomendaciones invita a idear actividades familiares, bailes en casa, juegos al aire libre, como fútbol, carreras o saltos en la cuerda y caminatas después de la comida.
Giselle, quien consulta en el Centro Escaño Endocrinología & Estética, fue categórica al decir que no es bueno calmar su ansiedad medicando, lo ideal es ayudarlos a establecer a temprana edad una buena relación con las comidas, esto evita que en un futuro el niño coma a escondidas, o se sienta culpable por comer o no disfrute de una simple alimentación.
Destaca que “los niños aprenden observando; si tú demuestras una relación equilibrada y saludable con la comida, es más probable que ellos la adopten también. Haz que las comidas sean un momento social y no sólo alimenticio”.
Ideas de snacks
— Ricos y saludables
Dijo que los niños suelen gravitar hacia lo visualmente atractivo, invitando a hacerles brochetas de frutas con formas divertidas, yogurt griego con un toque de miel y granola, galletas caseras de avena y plátano (sin azúcar), y agua saborizada con frutas.
