República Dominicana se encuentra una posición privilegiada para aprovechar la inteligencia artificial (IA) como motor de desarrollo social y económico.
Contamos con algunas ventajas que nos permiten potenciar la IA como, por ejemplo, los avances que mostramos en el sector de las telecomunicaciones; un resultado de décadas de inversiones por parte del sector privado y público. Sin embargo, todavía falta mucho por hacer.
Una de las áreas donde debemos aumentar nuestros esfuerzos de aprovechamiento de la tecnologías de la información y comunicación (TIC) es en la educación. Hemos avanzando en las últimas dos décadas en la implementación de infraestructura de TIC, en proveer de equipos informáticos a estudiantes y maestros, así como una importante oferta de capacitación a maestros en el uso de las tecnologías digitales.
Me han informado de lo que se está haciendo en la actualidad, en la ampliación y fortalecimientode la robótica educativa y de avanzar en la conectividad de las escuelas.
A todo esto, debemos añadir la IA. Dicha herramienta tecnológica podría ayudar a analizar, con mayor precisión y certeza, la gran cantidad de datos que genera y procesa el sistema educativo dominicano.
A través de mecanismos de machine learning, redes neuronales y ciencias de los datos, debemos verificar con mayor exatitud la efectividad de nuestras políticas públicas educativas.
Además, es fundamental incluir la IA en el aula dominicana, convirtiéndola en instrumento al servicio de la enseñanza y el aprendizaje.
Los maestros deberían saber como lograr que la IA sea un motor que potencie sus habilidades pedagógicas. Las plataformas de gestión educativa deben incorporar funcionalidades de IA que aumenten productividad y reduzcan los costos del sistema. Ha llegado el momento de estar a la vanguardia. Necesitamos un sistema educativo potenciado por la IA.