Como proteger tus ahorros en tiempo de recesión

Como proteger tus ahorros en tiempo de recesión

Como proteger tus ahorros en tiempo de recesión

Antonio Ciriaco Cruz

Durante una recesión, tus ahorros pueden verse afectados. Si pierdes tu trabajo, probablemente tendrás que acudir a tus ahorros para pagar tus deudas y facturas. Incluso, si mantienes el trabajo, el valor de tus inversiones y los ingresos extras que normalmente obtienes pueden disminuir.

Antes y durante una recesión puedes tomar medidas para reforzar tus ahorros en lugar de quedarte al margen y esperar lo mejor. Pueden ser muchas las medidas que puedes tomar, cuando se aproxima una recesión, para que un monto considerable de tus ahorros no disminuya.

Por tanto, proteger tus ahorros ante una recesión significa establecer una estrategia para sortear posibles pérdidas de ingresos y maximizar su rendimiento y así dejar intactos tus ahorros durante la recesión.

Por una parte, la creación de un fondo de emergencia y el pago de deudas son algunas de las mejores maneras de proteger tus ahorros contra la recesión. Un fondo de emergencia que pueda pagar los gastos de subsistencia, de por lo menos seis meses, sería apropiado para ti y tu familia.

Otra medida que puedes poner en marcha, previo a una recesión, es la revisión de las posibles inversiones que puedas realizar, siempre, enfocándote en la diversificación de estas.

Por ejemplo, es recomendable invertir: en cuentas de ahorros de altos rendimientos que puedan ofrecer las entidades financieras; en los certificados del Banco Central, y en los bonos de Hacienda. Estas inversiones desempeñan un papel fundamental en la estrategia de protección de tus ahorros, ya que estas cuentas pagan tasas de interés más altas que otros productos financieros.

Por otra parte, es importante pagar tus deudas vinculadas a intereses altos. Tal es el caso de las deudas asumidas con las tarjetas de crédito. Estas deudas son, si no, las más o de las más altas en el mercado.

Por último, es importante reorientar y/o recortar los gastos personales y hogareños que son innecesarios o superfluos. Estos recortes pueden ayudarte a conservar una mayor parte de tus ingresos durante la recesión. Bueno, mano a la obra.