Hoy las personas que han perdido sus madres acuden a los diversos cementerios del país para llevar flores y orar por su progenitora ya fallecida.
Santo Domingo.-Perder un ser querido es doloroso para los seres humanos, pero la pérdida de una madre puede representar un duelo irreparable, ya que es la figura central de la vida de cada uno.
En ese sentido, la psicóloga Miguelina Justo manifestó que ante dicho duelo es necesario asumir que el fallecimiento de una persona es un hecho de la naturaleza, parte de la vida y desde esa perspectiva hay que tomarlo no como si fuese una enfermedad.
“Claro para una persona la muerte de su madre es un acontecimiento difícil por la figura que representa la madre para la persona. Ese impacto va a ser más desequilibrante para un niño pequeño”, dijo.
La psicoterapeuta especificó que los afectados deben de vivir el proceso de duelo sabiendo que el Día de las Madres pueden llorar y tornarse sensibles.
La ayuda psicológica para superar el duelo no siempre es necesaria, pues en terapia se podrían remover cosas que no serían necesario recordar.
“Solo es necesario cuando la mujer fallece de una forma en la que es necesario para los dolientes, es decir de que haya sido una muerte violenta”, explicó la experta.
De su lado, la psicóloga y terapeuta familiar y de parejas, Kirsi Guerra, expresó que para reconocer el impacto de la pérdida de la madre en la vida de una persona, existen factores que influyen en cómo se elabore esta información importante.
Para la especialista en adicciones, duelo y aprendizaje es necesario valorar las causas de la muerte, la edad cronológica de la persona fallecida y de los hijos, el apego o no que tenía hacia su madre, el significado cultural y familiar de la muerte, la creencia espirituales que practican, incluyendo otros elementos que pueden ser de índole clínico.
Cada uno de estos elementos pueden ser altamente influyentes para para manejar un duelo de manera sana.
En ese sentido, para manejar el duelo tras la pérdida de la madre, Kirsi Guerra, entiende que siempre es conveniente contar con una red de apoyo que esté dispuesta acompañar desde el respecto y aceptación del dolor ajeno, permitiendo que cada una de las etapas se puedan vivencia sin ser juzgadas o reprimida.
“Para manejar la sensación de vacío que se siente tras la pérdida, es considerable dentro del duelo buscar el nuevo significado de la no existencia de esa persona, a veces apegarse a un ideal, normas costumbres o sueños que se realizaba cumplir en común”, enfatizó la psicóloga.
Indicó que en ocasiones lo más valiosa es buscarle un nuevo lugar en el corazón con la plena conciencia de que ya no está físicamente, pero en nuestro corazón o en nuestro existir nunca dejará de ser quien eres y quien fue la dadora de la vida.
Mientras que, si el duelo no se puede superar y la persona no se siente en capacidad para adaptarse a la rutina de la vida, se estanca en el cumplimiento de sus metas personales o desarrolla algunos síntomas clínicos, se hará necesario el acompañamiento profesional de especialista en duelo.
¿Es posible vivir el duelo en etapas?
La psicóloga Guerra especificó que todo duelo en su mayoría pasa por las etapas de la negación, la ira, depresión y aceptación.
En cada una de ellas es necesario afrontar un conjunto de acciones que permiten la elaboración sana.
“Es necesario mencionar que un duelo no tiene un tiempo específico y las etapas tampoco deben de vivencias de manera escalonada, más bien nos vamos movilizando de acuerdo a nuestros propias capacidades de autoanálisis e introspección”, afirmó.
Sin embargo, la psicóloga Miguelina Justo indicó que el duelo no se vive por etapas sino como un péndulo donde la persona un día está bien y otro está mal.
Para ella ese tipo de oscilación que atraviesa el ser humano, con el duelo, le permite estar mucho tiempo bien y en fechas como la que se aproxima, la Navidad o cualquier festividad es sinónimo de tristeza.