En el brutal, y muchas veces descorazonador, mundo de la búsqueda de empleo on line, que le den a uno la posibilidad de una entrevista cara a cara es más bien una ocurrencia extraordinaria.
La experiencia puede generarle ansiedad hasta al candidato mejor preparado.
Por eso, cuando llega la oportunidad tener una entrevista, planificas lo que dirás y harás, eliges un traje que te haga transmitir poder y sales a encarar el gran día.
Pero, ¿estás realmente en condiciones para ese encuentro?
Para conocer técnicas y trucos que te permitan superar con éxito una entrevista de trabajo, visitamos Quora, el sitio de preguntas y respuestas donde expertos comparten excelentes tips para estos encuentros cruciales.
A continuación te mostramos lo que encontramos: desde lo que debes y no debes decir durante la entrevista, hasta la importancia del lenguaje corporal y los gestos para generar una buena impresión.
Las manos hablan
Tus manos pueden transmitir percepciones positivas y negativas.
Para Susan Bearry, no hay nada peor que un frío apretón de manos cuando saludas a un candidato.
«Manos secas, tibias, inspiran confianza. Manos frías, húmedas, generan inconscientemente una desconexión», dice Bearry.
«Cuando llegues al lugar de la entrevista, ve al baño y calienta tus manos con agua o un secador de manos. Estudios psicológicos han demostrado que incluso sostener una taza de café hace que uno se sienta más positivo hacia la otra persona con la cual está conversando».
Una vez que la entrevista comienza, reduce al mínimo la gesticulación con las manos, a fin de no generar distracciones durante la conversación.
«Mantén las manos en modo de descanso», escribió Sharad Dhumane. «Si eres de las personas que gesticula, hazlo suavemente, con movimientos pequeños».
Otra recomendación clave es resistirse en todo momento a la tentación de cruzar los brazos.
Melinda Edwards cuenta: «esto genera la percepción de que te estás cerrando en ti mismo y no estás dispuesto a entender al otro».
Imitar sutilmente
Zambelli Sylar Federico recomienda imitar el lenguaje corporal de tu entrevistador para ganar su confianza.
En su opinión, esta es una técnica empleada por los buenos vendedores para concretar un negocio.
«Al imitar sus movimientos, el tono, los gestos, el ritmo de respiración, básicamente estás diciendo: estamos tocando la misma canción. Nos gusta lo mismo. Puedes confiar en mí», explica.
Claro, debes ser sutil con esta técnica.
«Si la persona se rasca la nariz con su mano izquierda, tú te tocas la cara con la mano derecha. Si cruza las piernas, tú cruzas las piernas hacia el lado opuesto, y así sucesivamente», señala Federico.
«Una vez que te sientas cómodo con el lenguaje corporal, pudieras aplicar la misma técnica al tono de voz: algunas personas hablan muy rápido y de manera intermitente, otros muy lento, otros con un ritmo más especifico», aconseja Federico.
Tómate tu tiempo
El tiempo es esencial, pero eso no quiere decir que debas ir a la carrera durante la entrevista.
Bearry cuenta que una vez tuvo un jefe que estaba metido en la onda de la meditación. Un día le dijo que una de las cosas que le había gustado cuando la entrevistó era su respiración.
«Yo respiraba despacio y profundo, y para él eso significaba que yo podría manejarme con tranquilidad en situaciones de mucha presión, y que yo podría tener una influencia relajante en él».
Para Bearry, «respiraciones rápidas, cortas, o quedarse sin aliento mientras hablas, son claras señales de nerviosismo y también pueden generar ansiedad en el entrevistador».
Si te hacen una pregunta, no sientas la obligación de responderla inmediatamente.
«Esto es muy importante si es el tipo de preguntas que puede confundirte», relata Tim Chi.
«No está mal, e incluso algunas veces es preferible, tomar un poco más de tiempo para pensar bien tu respuesta».
Según Chi, esta pausa te puede ayudar de dos maneras:
1. Te quita presión para recordar respuestas preconcebidas.
2. Proyecta confianza: cuando tomas tiempo para responder, en vez de apurar tus palabras, le transmites a la otra persona que sabes cuánto vales.
Una advertencia: «no esperes demasiado, o pudieran pensar que estás nervioso y sin saber qué responder», comenta Chi.
Muéstrate seguro, no arrogante
¿Cómo proyectar confianza cuando estás ansioso?
Trata de no parecerlo y nunca te disculpes por sentirte así.
«El lenguaje corporal y la comunicación no verbal son elementos ocultos que pueden hacer que la entrevista termine exitosamente», expresa John Sannicandro, un psicoterapeuta.
«Puedes incrementar tu confianza practicando cómo sentarte, cómo estar de pie o cómo caminar».
A esto, Edwards agrega otras dos acciones para mostrarse más seguro: sonreír y mantener contacto visual, sin inquietarse.
«Moverse nerviosamente o estar inquieto hace que el entrevistador se sienta incómodo», escribe Edwards.
Mientras que los candidatos nerviosos no se ganan el cariño del empleador, actuar extremadamente confiado también puede mandar un mensaje equivocado.
«Las empresas no quieren una persona arrogante, a menos que seas famoso en tu sector, en cuyo caso puede que lo toleren», dice Carole Grimley.
«Sólo sé cortés, como todo el mundo».
Buen oyente y buen hablante
Es importante participar proactivamente durante la entrevista, a fin de demostrar que sabes cómo hacer el trabajo.
Sin embargo, nunca interrumpas a quien esté haciendo la entrevista.
«Algunos entrevistados están desesperados por demostrar que sí están preparados para el cargo o que son rápidos para aprender. Pero a nadie le gusta que le interrumpan», escribió Bearry.
También evita largas respuestas o explicaciones. «No lo hagas a menos que la situación lo requiera. Usa tu boca con moderación. Hay que ser natural», comenta Dhumane.
Presta atención a las reacciones
Las expresiones faciales pueden decir mucho, pero funcionan tanto para ti como para el entrevistador.
Así como un entrevistador te observa, tú también debes hacerlo para tomar nota de sus reacciones a lo que dices.
De acuerdo con Shino San, lo más importante es saber si ellos están interesados en lo que tienes que decir.
«Si se muestran desinteresados, aprende a detenerte incluso si tienes algo muy bueno que decir», escribe San.
«Sé concreto, y si tienen interés en lo que comentaste, entonces desarróllalo con propiedad. Hazles saber quién eres y por qué te necesitan».