Las uñas son unos anexos de la piel que reflejan el buen funcionamiento y salud de nuestro cuerpo. Su función es proteger las terminaciones de los dedos de las manos y de los pies.
En ocasiones las uñas pueden tener una tendencia a debilitarse y quebrarse lo cual no es una buena señal de nuestro estado de salud.
Las uñas se pueden debilitar por múltiples factores que van desde una deficiencia de vitaminas hasta el uso continuo de esmaltes.
Las causas de las uñas quebradizas
- Uso diario de productos de limpieza o debido al hábito de morderlas, sin que necesariamente sea motivo de preocupación
- Una alimentación pobre en vitaminas y minerales.
- Diversas enfermedades (que deben ser diagnosticadas por un médico) como la anemia, alteraciones en la tiroides, enfermedades dermatológicas u hongos.
- Abuso de productos de limpieza abrasivos sin la debida protección (guantes).
- Vivir con estrés y con la adrenalina por las nubes pasa factura. Cuando estamos muy nerviosas, la cantidad de nutrientes que llegan a las células que fabrican la queratina tiende a ser menor que en condiciones normales. ¿Conclusión? Uñas rayadas y quebradizas.
- Manicuras y esmaltes agresivos, sobre todo, cuando no son utilizados de forma correcta por parte de los profesionales.
- Morderse las uñas de forma habitual y durante años puede hacer que estas se vuelvan débiles y quebradizas.
Recomendaciones para tener las uñas más fuertes
Una alimentación adecuada. Revisa tu dieta diaria. Es necesario que te alimentes correctamente para mantener las uñas formalizadas.
Evita el exceso de productos químicos acaban por debilitar tus uñas.
Al igual que la piel, las uñas también tienen que estar perfectamente hidratadas para mantenerse fuertes y crecer de forma saludable. El uso de cremas hidratantes es vital.
El ajo. Colocar ajo en tus uñas o el sumo de este te ayudará a que tengas unas uñas fuertes y sanas por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas se han convertido en uno de los remedios caseros más efectivos.
Una de las opciones más recomendables es asistir directamente a tu dermatólogo para que recibas un tratamiento otorgado por un profesional.