Jesús Díaz
El presente año escolar 2021-2022 va a marcha forzada. Los centros educativos estuvieron vacíos durante 18 meses (¡año y medio!). ¿Cómo se explica que el Estado dominicano no tuviera tiempo ni recursos para tener esos centros en condiciones físicas, sanitarias y ambientales adecuadas para recibir 2 millones 300 mil niños, niñas y adolescentes el 20 de septiembre 2021? ¿Cómo es posible?
Toda la familia dominicana esperaba ansiosa la presencialidad escolar. Luego de un encierro prolongado, con el viacrucis de clase a distancia, con una pésima “virtualidad” improductiva, la suma de angustia generada por el mortal covid-19… ¡Todos quieren volver a su escuela!
Docentes, estudiantes, directivos, psicólogos, orientadores, padres, madres… ¡Todos quieren volver a su escuela! Y con razón. ¿Cómo es posible que tantas escuelas no tengan condiciones apropiadas y les falten profesores?
La escuela abierta en condiciones seguras, espaciada, con insumos, recursos educativos, personal suficiente y animado para animar, sirve no solo para los conocimientos escolares, la empatía y sociabilidad, sino también para abrir la puerta a la salud misma.
Sí, la escuela sirve para la salud: la salud mental. Es una terapia de salud mental ir hoy a la escuela. Luego de decenas de profesores muertos de covid-19, igual cientos de estudiantes huérfanos, las dolencias mentales en la comunidad educativa es un serio problema. La familia debe tener en la escuela no solo educación formal, sino también la oportunidad de superación de la pena con programas extracurriculares pertinentes.
Pero tiene que ser una buena escuela, no una pésima escuela que ni profesores tiene a esta altura del juego. Tiene que ser una escuela que dé cobertura o se planifique para dar cobertura rotando parcialmente la matrícula, hasta tanto construyan las aulas necesarias.
Pero no solo no caben, sino que muchas están sin agua, sin sanitarios, sin butacas, sin maestros.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué no se aprovechó ese tiempo que no había nadie en la escuela?
Si había clase “virtual”, y se supone que se evaluaron virtual ¿Por qué el Concurso de Oposición no fue virtual también para aprovechar el tiempo y tener todos los docentes necesarios al 20 de septiembre 2021?
¿Cómo es posible?
¡Dígame usted, Señor ministro!
