Últimamente la vida de Jennifer Lopez parece una danza constante entre el éxito y la incertidumbre. Con una carrera brillante que abarca más de tres décadas, la cantante, actriz y empresaria ha sabido conquistar la cima de Hollywood. Sin embargo, en los últimos meses, los focos de la prensa no solo han iluminado sus logros, sino también detalles íntimos de su vida personal, marcada por su ruptura con Ben Affleck, una separación que, a pesar de sus esfuerzos por mantener bajo perfil, resultó imposible de esconder.
Mientras tanto, Ben Affleck ya dio un paso adelante, asegurando una nueva residencia por 20 millones de dólares en Sullivan Canyon, en la que se instaló para continuar con su vida de manera independiente. JLo, por su parte, se ha embarcado en una búsqueda prolongada de su nuevo hogar, explorando las zonas más exclusivas de Los Ángeles en busca de una casa que no solo sea un refugio, sino también un símbolo de su reinvención personal. Y ahora, parece haber encontrado esa propiedad ideal: una impresionante mansión en Holmby Hills, conocida como la Azria Estate.
Cómo es la mansión que quiere comprar Jennifer Lopez
Esta imponente mansión, de unos 2.800 metros cuadrados, es el tipo de casa que encarna el estilo de vida de las grandes celebridades. Fue construida por Max Azria, el fallecido empresario de la moda y fundador de la marca BCBG, y su nombre ha quedado impreso en los anales de la arquitectura de lujo.
¿Qué hace tan especial a la Azria Estate? Para empezar, la propiedad cuenta con 14 habitaciones, cada una diseñada para ofrecer una experiencia única de confort y exclusividad. Pero eso es solo el comienzo. El terreno de más de 12.000 metros cuadrados alberga varios jardines meticulosamente cuidados, un invernadero privado y una casa para invitados que proporciona privacidad adicional.
Para quienes buscan un oasis de relajación, la mansión incluye una piscina infinita con vistas que parecen sacadas de una postal de ensueño, junto a una sauna y un spa.
La Azria Estate no es solo una casa, sino un centro de entretenimiento. En su interior, se despliega una sala de cine privada y una sala de juegos, ambas lujos que Jennifer Lopez ha valorado particularmente, pensando en sus hijos, Emme y Max, quienes podrían disfrutar de estos espacios en su nueva vida familiar.
Además, la mansión cuenta con amplias áreas de estar decoradas con elementos de diseño moderno y sofisticado, alineados con los gustos refinados de JLo.
Curiosamente, la relación de Jennifer Lopez con esta mansión no es nueva. En marzo de 2023, cuando aún estaba casada con Ben Affleck, ambos visitaron la propiedad mientras buscaban una casa en la que pudieran establecerse como pareja.
Incluso, algunas escenas de la película Atlas, protagonizada por Lopez, fueron filmadas en la Azria Estate, lo que generó una conexión emocional con el lugar.
El proceso de divorcio con Ben Affleck y los obstáculos inmobiliarios
El proceso de compra de la Azria Estate ha sido tan complicado como la vida personal de JLo en los últimos meses. Aunque la mansión está valorada en USD 55 millones, Lopez ha estado negociando un precio mucho más bajo, en el rango de los USD 30 a 39 millones. Pero, además del costo, el proceso tiene sus problemas. De hecho, la compra se ha visto envuelta en un conflicto legal debido a que la propiedad fue subastada tras la muerte de Max Azria, y el inversor multimillonario Ron Burkle ofreció la oferta ganadora de 30 millones de dólares.
El problema surgió cuando Lubov Azria, la viuda de Max, fue demandada por Burkle por un supuesto incumplimiento de contrato. Esta batalla legal ha mantenido la venta en suspenso, complicando las negociaciones de JLo, quien ahora debe lidiar con ambas partes para llegar a un acuerdo. A pesar de estas dificultades, las fuentes cercanas a la artista aseguran que está determinada a cerrar el trato y convertir la Azria Estate en su nuevo hogar.
“Estoy lista para este nuevo capítulo”, habría dicho la cantante a sus allegados, según informan fuentes de TMZ. “Quiero un lugar donde mis hijos y yo podamos empezar de nuevo”.
En cuanto a su relación con Ben Affleck, el divorcio ha avanzado en términos amigables, aunque la venta de la casa en Beverly Hills retrasó la repartición definitiva de los bienes. La venta de esta propiedad, valorada en más de 60 millones de dólares, ha sido más lenta de lo esperado debido a la falta de interés en el mercado. Ambos actores decidieron venderla para poder cerrar este capítulo de sus vidas, pero hasta que no encuentren un comprador, este proceso de separación no podrá completarse del todo.