Buenos Aires.– La complicada semana que está viviendo la economía argentina, marcada por tres días de fuerte devaluación del peso, comienza a tener su reflejo en el comercio, donde algunos de los vendedores ya suben los precios de sus productos.
Según confirmó este miércoles el presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, Alberto Guida, a medios locales, este aumento en algunos de los productos “ronda entre el 15 % y el 20 %».
Los datos oficiales sobre inflación de este mes tardarán en llegar (el INDEC publica mañana el dato de julio), pero consumidores y vendedores locales comienzan a experimentar los efectos de este fenómeno.
Un empresario que regenta varios comercios gastronómicos en el turístico barrio porteño de San Telmo, Alberto Fernández, afirma que “la gente está asustada y no consume».
“Acabo de salir de un lugar de perfumerías en el cual han borrado todos los precios de las cremas, desodorantes, jabones… Fueron hacia adentro y marcaron un 30 % más el precio que tenía fijo el producto”, detalló a Efe Fernández, quien casualmente se llama con el candidato presidencial del Frente de Todos, favorito a hacerse con la Presidencia en octubre. Aseguró que muchos empresarios “han cerrado los locales diciendo que se van de vacaciones” ante la incertidumbre que genera el futuro económico del país.
“Hay momentos que no deja dormir (pensar en la economía), uno que es comerciante vende hoy y mañana no sabemos cómo vamos a pagar la mercancía”, agregó.
La inflación no es algo nuevo para los ciudadanos argentinos, quienes conocen prácticas recomendables como la de llenar sus despensas hasta el máximo ante la previsión de subidas en los precios, aunque muchas veces la economía personal no permita compras de tal magnitud.
“Nosotros no tenemos la economía como para decir que podemos comprar una provisión y a medida que los precios aumentan tenemos que acotarnos un poco en las compras que hacemos, no podemos comprar una gran cantidad de cosas debido al aumento que tenemos en los precios”, manifestó otro ciudadano, Mario Miranda, a la salida de un supermercado en el que observó subidas en productos como el aceite y el arroz.
Otras personas permanecen con la expectativa de que la situación se estabilice, aunque todos coinciden en lo difícil de sobrellevar la incertidumbre.
“El dólar se disparó, no hay ventas, no hay compras, no hay listas de precios… Está todo muy paralizado, hay mucha incertidumbre”, concluyó Nahuel Viasoni, uno de los muchos argentinos que estos días tienen a la economía como su principal preocupación.