SANTO DOMINGO.-¡Señora, señora por favor deme agua que tengo sed! Son los clamores que se escuchan en las salas de Covid-19 de los hospitales del país, donde muchos pacientes permaneces defecados y orinados por horas debido a que el personal de salud no da abasto.
Esto a causa de que se han reducido en más de un 30% por la edad, condiciones preexistentes y los 244 profesionales que actualmente están contagiados.
Sin embargo, el presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, afirmó a EL DÍA que son más de 500 los médicos infectados, fuera de servicio y que en muchos centros no son sustituidos por la carencia de personal.
Estas peticiones desgarradoras de los pacientes retumban en los oídos de médicos como la neúmologa, Alicia Núñez, quien afirma que carga con una impotencia de querer hacer más por ellos pero por la gran cantidad de casos su capacidad no alcanza.
La angustia en los ojos de estos pacientes muchos de ellos conscientes de que les queda pocas horas de vida, es descrita por la doctora como un drama tormentoso que en muchas ocasiones alteran su estabilidad emocional y mental.
“Demasiado duro, demasiado. Mentalmente yo no soporto el estrés de ver a las personas morir sin yo poder hacer nada, eso nos trauma nuestra salud mental. Nosotros estamos mal y más porque la gente no está valorando los esfuerzos que hacemos y anda en la calle como que nada pasa”, expresó con notoria preocupación.
La especialista da servicios en el Hospital Marcelino Vélez Santana donde hay 34 médicos contagiados de Covid-19, más la cantidad de enfermeras que no pudo enumerar. Dijo que ese personal no es repuesto, porque se necesita personas capacitadas, pues no todos saben manejar esos pacientes.
Ella está infectada y siente que rebasó al virus pero necesita hacerse una prueba para confirmar y así poder integrarse y dar soporte a sus compañeros, pero le ha sido imposible conseguirla.
En el caso de la clínica Corominas de Santiago, donde sus 15 camas de intensivos y las 79 de hospitalización están abarrotadas, de los siete intensivistas solo están trabajando tres, porque los demás están infectados, según afirmó la médico del centro, Paola Gómez.
Debido a esa situación los servicios que ella brida se han extendido de 6: A. M. a 12 de la media noche sin descanso, lo cual afirmó agota su capacidad de rendimiento para brindar a un servicios mayor a los pacientes.
Otra cosa que está afectando su respuesta clínica es el aumento de casos. “Ayer amanecieron nueve pacientes con criterio críticos en la emergencia, porque no tenemos donde albergarlo y tampoco encontramos donde referirlos”, dijo.
La intensivista del Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), Abilquis Escoto, informó a EL DÍA que hay días que amanece un solo médico asistiendo 40 pacientes en intensivo, lo cual merma la efectividad de la atención.
“No hay personal para reponer los que faltan y eso se evidencia también en los centros privados porque además la gente no quiere trabajar por miedo al contagios”, explicó.