El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. Proverbios 13:3
La vida es una colección de momentos, la idea es que tiene que valorar los mejores instantes que tenga.
El quejarte todo el tiempo, dejando que tu boca dé la pauta a tus desánimos y desilusiones, es no sacar partido a los momentos más sublimes de tu vida.
Tienes que evolucionar como persona para tener pensamientos, palabras y actitudes positiva.
Cuando hablo de evolucionar es que tienes que escucharte (eso es un poco difícil) para oír todas las actitudes negativas que tú tienes, es hacerte una autocrítica. Debes enfocarte para que tu vida tenga un final feliz.
Una vida no vivida. Cuando esta felicidad no llega a tu vida, es cuando queremos vivir una vida a la que no te corresponde, imitar, desear, inventar una vida irreal eso hacerte daño, eso se llama una vida no vivida.
Con esa actitud pesimista tu vida se incinera como una servilleta, no permitas esto. Tu vida tiene que perdurar, como duran los recuerdos que te han hecho feliz.
Toma esos momentos para crecer. Reordena todo lo que hay en ti. Tú tienes una puerta secreta que tienes que abrir para que puedan entrar los grandes momentos de tu vida y puedas sonreír.
Vive la vida a cada momento, pero sobre todas las cosas acuérdate de Dios, tu hacedor, para que la colección de los momentos más importantes de tu vida esté completa.
Yo soy el Señor, tu hacedor, el que te formó desde el vientre y el que siempre te ayudará… En tu colección de vida.