Coherencia

Coherencia

Coherencia

Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.

Mahatma Gandhi afirmaba que él, como pensaba, sentía, como sentía, hablaba y como hablaba, actuaba, mostrando una clara coherencia respecto a su conocida máxima: “Un ser humano no puede actuar “como acierto” en un nivel de su vida si está ocupando actuando desarcertadamente en otro. La vida es un todo indivisible”.

Viene esto a colación porque vemos a diario un gran número de personas que se la pasan opinando, comentando, exigiendo hacer, decir y pensar en relación a principios, valores, decisiones y acciones que son incoherentes con sus propios actos. Muchos sienten la necesidad de probar lo que no son y lo que no hacen. Así de demandante puede ser el mundo hoy.

Y así vemos vidas de pantallas y de redes sociales multiplicándose de manera indiscriminada. Una profesora que pide a sus estudiantes leer, pero ella no lee ni investiga; el político que critica la falta de ética y honestidad de los otros, pero en su existir tiene ausente esos preceptos; la terapeuta que aconseja compresión y empatía mientras vive en conflicto; el religioso que pretende ser guía espiritual alejado de esa práctica; el endocrinólogo obeso que indica tratamiento a los que tienen sobrepeso; los padres que reclaman a los hijos un comportamiento muy distante del ejemplo que les brindan. En fin, representan el “orden”, pero quebrantan las reglas.

La persona que desperdicia el tiempo de tal manera arriba a un punto donde no puede sentir su vida. Tiende a llegar a la bancarrota moral, a perder autoridad o ser el hazmerreír de los demás cuando se pone en evidencia las distintas versiones de sí mismo.

Superar el hábito de la incoherencia es beneficioso porque con una actitud sincera se gana libertad. “Ser uno mismo la medida de lo que se puede hacer por otros, esa es la manera del rén (la virtud de humanidad). Esa es la forma de predicar, lo demás será solamente una pose social.



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