Lo único seguro tras esta pandemia es que ya no seremos los mismos y cada familia vive una realidad diferente.
SANTO DOMINGO.-La llegada del período escolar 2020, parece experimentarse como una ruleta de emociones, si bien es cierto que cada etapa conduce a cambios y sensaciones diversas, a éste particularmente se le ha añadido una cuota adicional de angustia, incertidumbre, duelo, pérdida de libertad y ausencia de contacto.
Así lo explica Leyshy Cabrera, psicóloga clínica, quien agrega que la pandemia no sólo ha atentado contra la salud física de la población, sino también la psicológica, ya que por naturaleza los seres humanos somos seres sociales, habituados a vivir en libertad.
La especialista dijo que la reinserción de los hijos en el sistema educativo de manera remota, ha generado en los padres, docentes y estudiantes un importante desajuste en su vida y sueño.
“Cada familia vive una realidad diferente, hay quienes cuentan con herramientas para acompañar a sus hijos en las clases y brindarles asistencia, quienes consideran cambiar de colegio por reajuste de presupuestos, quienes no han inscrito a sus hijos tras no saber qué es lo mejor en este momento, quienes contrataron a un tutor (a) para apoyarlos, otros que cuestionan las medidas… en fin, todos haciendo lo mejor que pueden, pero hay algo que es evidente, y es la transcendencia”, apuntó.
¿Qué hacer?
La profesional analiza que pueden surgir estas interrogantes y que todas son válidas pues el formular una pregunta permite en primer lugar darte cuenta de lo que sientes, luego moviliza tu energía para prepararte para la acción, por lo que posteriormente entras en contacto para resolverla, pero no te quedas allí, luego evaluas si es o no satisfactoria, y al final la integras y continúas, o puedes estancarte y moverte en otra dirección.
Leyshy Cabrera aconseja a los padres a tomar como punto de partida que la educación es un derecho y que como padre, madre o adulto responsable se debe velar por su cumplimiento.
¿En quién apoyarte?
“Puedes apoyarte en otros, de qué manera, externando tus inquietudes, apoyarte en profesionales, usando los recursos que tengas disponibles, haciendo conciencia de lo que sientes para así poder restablecerte y seguir ofreciendo lo mejor a tus hijos”. Explica que si tú estás bien, ellos se sentirán seguros.
“Recuerda que el organismo (sano) posee una sabiduría innata, es capaz de detectar sus requerimientos y excedentes, lo que le permite adaptarse y corregirse espontáneamente, lo mismo sucede con las emociones, sólo que estas que necesitan de tu esfuerzo y conciencia”.
De todas las situaciones se aprende algo
La experta detalla que todas las situaciones buenas o no, siempre nos dirigen a sobrepasar nuestros límites, a descubrir cualidades, habilidades, emociones y recursos que quizás no reconocíamos a simple vista.
Lo único seguro tras esta pandemia es que ya no seremos los mismos, y como humanidad estamos en un nuevo lugar.