Santo Domingo.-Las confrontaciones de la población con los agentes de la Policía Nacional y la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) podría salirse de control, si estos organismos no buscan una estrategia que les garantice seguridad y orden al conglomerado.
El sociólogo Celedenio Jiménez cree que se ha ido deteriorando de manera acelerada todo lo que es el respeto hacia esas instituciones.
“En la medida que la figura de la autoridad, en sentido general, va perdiendo esa credibilidad se pierde el respeto”, explicó.
Aclara que no justifica a los individuos que en algún momento han irrespetado las leyes ni muchos menos a las autoridades.
Sostiene que hay determinados comportamientos individuales que se van muy lejos al enfrentar en algunos casos a los agentes de la Policía Nacional y en otros a la Amet.
Invitó a las autoridades a buscar estrategias que les permitan enfrentar este tipo de conflicto, ya que a su entender la población está muy exacerbada.
Los desafíos en vía pública
En las últimas semanas se han registrado varios casos en los que ciudadanos han desafiado a agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte.
Uno de los casos más sonado fue el de Tomás David Féliz Pineda, quien abofeteó en plena vía pública a un agente.
El más reciente fue el pasado sábado, cuando un supuesto alistado se negó a ser arrestado por violar las leyes de tránsito y estacionó su vehículo en medio de la vía, provocando un gran taponamiento en la avenida 27 de Febrero con Abraham Lincoln.
Luego de más de media hora de “negociación”, accedió a mover el vehículo junto con un agente de la Amet.
También fue ampliamente divulgado el caso de dos motoristas que se negaron a acatar las órdenes de un agente y lo desafiaron hasta que se marcharon con el motor a rastro ignorando a los agentes. Son muchos los casos donde hay irrespeto a las autoridades y a los civiles.
Autoridades tienen muchos desafíos internos que enfrentar
La degradación del concepto de autoridad también ha penetrado el interior de los cuerpos castrenses y policiales. El más recordado es el caso del raso Daurin Rafael Muñoz Martínez, quien se lanzó al “estrellato” con un video que subió en Youtube en el que denunciaba los bajos salarios que devengan los policías.
El entonces agente pegó la expresión “sueldo cebolla”, señalando que lo que devenga un agente lo que da es “ganasde llorar”.
La Policía Nacional procedió a cancelar a Muñoz Martínez, quien de inmediato fue reclutado por un noticiario de televisión local pues el joven era estudiante de Periodismo.
Ese ejemplo lo siguió el sargento Carlos Ismael Pérez, quien por la misma vía anunció su disposición de abandonar las filas policiales por el bajo salario.
Luego hicieron lo propio el primer teniente Francisco Antonio Díaz Hernández y el sargento de la armada Jiménez Soto Gabriel.
Un general del Ejército consultado por EL DÍA explicó que una de las razones por la que estos casos están dándose con tanta frecuencia es porque los agentes han salido de los cuarteles y eso impide que se acentúe el principio de la disciplina interna.
Explica también que los cambios en el ordenamiento jurídico dominicano impiden las sanciones sumarias, lo cual hace que muchas medidas disciplinarias terminen en los tribunales, donde con frecuencia los jueces dan ganancia de causa a los agentes.