
CABO HAITIANO, Haití.-El cuerpo del presidente haitiano asesinado Jovenel Moïse regresó a su pueblo natal el viernes para un funeral privado con fuertes medidas de seguridad tras una serie de protestas violentas y temores de volatilidad política en la nación caribeña.
Su viuda, Martine Moïse arribó entre gritos de “íJusticia, justicia!”, y se dirigió directamente al féretro.
Con el brazo derecho en cabestrillo, posó su brazo izquierdo sobre el féretro y se lo llevó al corazón, siempre en silencio. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando se acercaron sus tres hijos.
Momentos después, un grupo de partidarios arrebató un gran retrato de Moïse y desfiló con él mientras una banda policial ejecutaba el himno nacional y se escuchaban sollozos.
Al comenzar la ceremonia, cientos de manifestantes chocaron con la policía frente a la residencia particular.
