Bloomberg News.-Para Citigroup Inc., los operadores del mercado de bonos bancarios de Brasil son demasiado complacientes.
El país corre peligro de que Moody’s Investors Service rebaje su calificación a basura, y eso significa que las mayores entidades crediticias del país también están en la mira.
Ello se debe a que las notas crediticias de los bancos suelen alinearse con las de su país debido a la importancia que tienen las entidades para la economía local.
Una rebaja de la nota de Brasil afectaría especialmente al sector de mayor riesgo del mercado, dice Eric Ollom, de Citigroup. Banco do Brasil SA, Itaú Unibanco SA y Bradesco SA han emitido US$13,000 millones de pagarés subordinados, que ya tienen una calificación inferior a la de los pagarés senior, que dan a los tenedores de bonos mayores protecciones en el caso de un impago. Por otra parte, sus precios no reflejan aún los problemas inminentes, dice Ollom, jefe global de estrategia de deuda empresarial de mercados emergentes de Citigroup.
“¿Eso ya está incorporado? No lo creo”, dijo por teléfono desde Nueva York. “Habría una presión sobre las calificaciones”.
Ollom, que recomienda la venta de los pagarés, destaca el caso de los US$750 millones de bonos subordinados de Banco do Brasil con vencimiento en 2023, que rinden 0,9 puntos porcentuales más que la deuda senior del banco que controla el estado.
Los inversores deberían recibir una prima de rendimiento de 1,5 puntos porcentuales dadas las perspectivas de una rebaja de calificación, dijo.
Perspectivas de Moody’s
Crece la especulación de que Moody’s será la segunda compañía calificadora que bajará la nota de Brasil al precipicio de basura conforme la economía experimenta la mayor contracción en un cuarto de siglo y un escándalo de sobornos frustra los intentos del gobierno de apuntalar sus finanzas.
Moody’s, que el mes pasado se reunió con funcionarios en Brasil, mencionó los problemas económicos del país y el deterioro de sus finanzas al poner la calificación Baa2 en revisión con perspectivas negativas en septiembre.
Las cosas no han hecho más que empeorar desde entonces y Moody’s pronosticó en un informe del 16 de julio que el producto interno bruto se contraerá 1,8 por ciento este año.
El real brasileño se ha debilitado 24 por ciento contra el dólar estadounidense este año.
Standard Poor’s también revisó la semana pasada a negativas sus perspectivas sobre la calificación de Brasil. Una rebaja de la nota de S&P devolvería a Brasil al nivel de basura, dado que la compañía da al país una nota de BBB-, un nivel por debajo del de Moody’s.
“Dada la recesión, considero que los bonos de los bancos son caros”, dijo en un correo electrónico Jorge Piedrahita, máximo responsable ejecutivo de la firma de operaciones Torino Capital LLC, que tiene sede en Nueva York.
Los US$13,000 millones de bonos subordinados de Banco do Brasil, Bradesco e Itaú han declinado 3,8 por ciento en el último mes, lo que puede comprarse con un aumento promedio de 0,3 por ciento de los bancos de mercados emergentes.