Aunque su función principal es corregir la visión, los lentes también tienen un poder estético considerable: pueden transformar la expresión facial, suavizar los efectos del paso del tiempo y aportar un aire inmediato de frescura. Elegir el diseño adecuado no solo mejora la apariencia, sino que también puede lograr un efecto rejuvenecedor notable.
Con el envejecimiento natural del rostro —como la aparición de líneas de expresión, pérdida de firmeza o caída de los párpados— muchas mujeres buscan alternativas no invasivas para mantener una imagen juvenil. En este contexto, los lentes se convierten en una herramienta accesible y eficaz, siempre que se adapten a los rasgos, colores y estilo personal de quien los usa.
En mujeres mayores de 50 años, las gafas pueden enmarcar la mirada, aportar luminosidad y desviar la atención de zonas con signos visibles de la edad, al tiempo que fortalecen la identidad, la elegancia y la confianza.
Los cinco tipos de lentes que más rejuvenecen
Según el canal especializado de YouTube @VisteComoReina, enfocado en asesoría de estilo para mujeres mayores de 50 años, existen cinco estilos de montura que, por su forma y diseño, generan un impacto visual favorable en la percepción de juventud y vitalidad del rostro:
1. Lentes tipo “ojo de gato” (cat eye)
Inspirados en la estética retro, estos lentes se caracterizan por su forma ascendente en las esquinas superiores, que simula un lifting visual. Abren la expresión facial, enmarcan los ojos y generan una imagen dinámica y femenina. Ópticas como Quantum destacan que este modelo no solo rejuvenece, sino que también realza la personalidad y la elegancia.
2. Lentes oversize
Las monturas grandes, en materiales ligeros, cubren más superficie del rostro, ocultando líneas finas, arrugas y signos de cansancio. Además, su tamaño genera un efecto glamoroso y sofisticado. Al permitir jugar con colores y acabados, logran suavizar imperfecciones sin sacrificar estilo ni comodidad.
3. Lentes bicolor o con degradado
Estos modelos, que presentan una transición de color gradual —especialmente con tonos más oscuros en la parte superior—, dirigen la atención hacia los ojos y levantan visualmente los pómulos y cejas. Además de modernos y versátiles, ayudan a que el rostro luzca más abierto y expresivo.
4. Lentes redondeados u “oval soft”
Ideales para suavizar rasgos marcados, estas monturas eliminan la rigidez que pueden generar los diseños angulosos. Sus líneas curvas proyectan una expresión más relajada, amable y serena, y equilibran visualmente estructuras óseas más pronunciadas.
5. Monturas transparentes
Discretas y ligeras, las gafas transparentes permiten que la luz atraviese el armazón, lo que suaviza las facciones y disminuye la notoriedad de arrugas. Su neutralidad de color las hace combinables con cualquier tono de piel, cabello o vestimenta, sin endurecer la expresión como ocurre con monturas oscuras.
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Cómo elegir las gafas más favorecedoras
Según la Óptica y Audiología Pollentia, uno de los factores clave al elegir gafas rejuvenecedoras es el contraste entre el color de la montura y el tono de piel:
- Piel clara: se benefician de monturas oscuras o intensas, que aportan profundidad.
- Piel cálida: armonizan mejor con tonos tierra, dorados o pasteles, que realzan sin sobrecargar.
El color del cabello también es determinante:
- Cabello pelirrojo: tonos café, verde, blanco, negro o rosado.
- Rubias: tonos vivos o neutros, según el matiz de piel.
- Castañas o morenas: colores intensos como vinotinto, verde, azul o rojo, que iluminan el rostro.
El color de los ojos completa la ecuación:
- Ojos marrones: lentes en rosado, marrón, dorado, gris, azul o rojo.
- Ojos verdes: se potencian con tonos rosa, marrón, rojo o dorado.
- Ojos azules: combinan bien con negro, lila, verde oliva o gris.
Los lentes son mucho más que una herramienta óptica: son una pieza clave de estilo y expresión. Elegir el diseño adecuado puede brindar un efecto rejuvenecedor, acentuar los rasgos positivos del rostro y aumentar la confianza personal.
La clave está en encontrar el equilibrio entre estética y funcionalidad, priorizando modelos que se adapten al rostro, realcen la mirada y reflejen la personalidad, más allá de modas pasajeras.
