Buenos Aires.- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó hoy su “profunda preocupación” por las crisis en Brasil y Venezuela, al cerrar su 162 periodo de sesiones, en Buenos Aires, donde además anunció una visita del organismo a la activista argentina encarcelada Milagro Sala.
En una conferencia de prensa en la sede de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) -el mayor centro de detención clandestino de la última dictadura argentina (1976-1984) y hoy Espacio Memoria y Derechos Humanos-, el presidente de la CIDH, Francisco José Eguiguren, se mostró conforme con el trabajo de este periodo de sesiones, que calificó de “muy fructífero».
Desde el pasado 22 de mayo, los comisionados analizaron casos concretos y problemáticas generales de países como Chile, Paraguay, Uruguay y Perú, en áreas variadas que abarcaron desde la migración hasta la imparcialidad de la justicia y la situación de los pueblos originarios.
En el transcurso de las sesiones, la CIDH expresó “profunda preocupación” por el empeoramiento de la violencia en Venezuela y por la actuación de las fuerzas de seguridad en Brasil al reprimir las manifestaciones en contra del presidente Michel Temer, acorralado por sospechas de corrupción.
“El Estado tiene la obligación de facilitar el derecho a la protesta” y de “actuar en forma proporcionada”, recordó hoy Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, con relación a Brasil.
En un sentido similar se manifestó el presidente del organismo respecto a la situación en Venezuela, antes de reiterar su condena por la “pérdida de vidas” en el país caribeño y el alto número de heridos y detenidos que están dejando las manifestaciones a favor y en contra del presidente Nicolás Maduro.
“Las fuerzas militares no están ni capacitadas ni son buenas para controlar situaciones de orden público”, resaltó Eguiguren.
Paralelamente, varias decenas de ciudadanos venezolanos se habían concentrado a las puertas del lugar de la conferencia para realizar una “performance” de protesta por la situación en su país y para pedir a la CIDH medidas más contundentes frente a lo que consideran como violaciones de los derechos humanos.
Cánticos y gritos de “Venezuela será libre” salpicaron la acción, que consistió en la interpretación de un poema y una pieza de violín, mientras los manifestantes, que en varias ocasiones no pudieron contener las lágrimas, se tumbaban en el suelo y manchaban sus ropas con un líquido imitación de la sangre.
Si bien en estas sesiones extraordinarias, por realizarse en Buenos Aires, no se abordaron temas relativos a Argentina, la comisión aprovechó para anunciar que aceptó la invitación del Estado argentino para visitar a la activista y parlamentaria del Mercosur Milagro Sala, encarcelada en el norte del país desde comienzos de 2016.
Aún no hay fecha para la visita, pero la comisión aseguró que será “antes de que termine el mes de junio». La visita servirá para “conversar con ella, conocer su situación de detención, las condiciones de su detención, el estado de integridad física, psíquica y emocional, el trato que recibe”, precisó Eguiguren.
La líder de la organización social Tupac Amaru permanece en prisión preventiva desde enero de 2016 en la norteña provincia de Jujuy.
Su detención, fuertemente cuestionada por organismos internacionales, se produjo por una protesta organizada contra el gobernador provincial, el oficialista Gerardo Morales.
Después se le mantuvo encarcelada por investigaciones de corrupción y otros presuntos delitos. Eguiguren tampoco dejó “lamentar” de nuevo hoy que el Estado uruguayo no enviara representación a dos de las tres audiencias públicas que ese país tenía programadas para este periodo de sesiones.
Las jornadas también sirvieron para oficializar la creación de tres nuevas unidades dedicadas a los derechos de las personas mayores, discapacidad y memoria histórica y que la correspondiente a Derechos Económicos, Sociales y Culturales finalmente se convertirá en una Relatoría Especial en julio próximo.