Chile conmemoró este martes el 45 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, una fecha que aún genera división y que se recordó con homenajes al derrocado presidente Salvador Allende.
Santiago de Chile.-Chile conmemoró este martes el 45 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, una fecha que aún genera división y que se recordó con homenajes al derrocado presidente Salvador Allende.
Los partidos políticos y el Gobierno optaron por realizar actividades separadas para recordar el alzamiento militar que lideró Augusto Pinochet y que desembocó en el suicidio de Allende y una dictadura que duró 17 años.
Las formaciones de la oposición de centroizquierda y las organizaciones sociales y pro derechos humanos salieron a las calles para rendir tributo a Allende, que el día del golpe se atrincheró en el Palacio de La Moneda mientras la sede gubernamental era bombardeada por los militares golpistas.
El Gobierno del presidente conservador Sebastián Piñera, en cambio, optó por una sobria ceremonia ecuménica al interior de la sede del Ejecutivo en la que participaron los ministros del gabinete y funcionarios.
Uno de los principales actos de la jornada fue el que organizó la Fundación Salvador Allende en la sede santiaguina del Congreso, que contó con la participación de familiares del derrocado presidente y representantes de todo el arco político opositor, desde el Partido Comunista a la Democracia Cristiana.
La senadora socialista Isabel Allende, hija del presidente homenajeado, afirmó que es una fecha de “recuerdos, sentimientos y emoción” que la hacen sentir “orgullosa».
“Creo que hemos hecho un acto republicano, unitario, amplio y donde hemos juntamente reencontrado los valores de la verdad, justicia y fortalecimiento de la democracia”, dijo Allende. Carmen Frei, hija del expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970) y vicepresidenta de la Democracia Cristiana (DC), aseguró que las consecuencias del golpe de 1973 siguen presentes en la actualidad.
“Todavía no sabemos dónde están cientos de detenidos desaparecidos y aún no se aclaran todos los crímenes cometidos. Los pactos de silencio, desgraciadamente, siguen en pie y en miles de hogares todavía se espera verdad y justicia”, sostuvo Frei, cuyo padre murió en 1982, presuntamente envenenado por agentes de Pinochet.
Antes de esa actividad, representantes de partidos de izquierda se congregaron en “Morandé 80”, una puerta lateral del Palacio de La Moneda que Allende utilizaba para entrar y salir del edificio, y por la que fue sacado su cadáver el día del golpe.
Los presidentes del Partido Socialista (PS), Álvaro Elizalde, y del Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, pusieron claveles rojos en la simbólica puerta y luego se desplazaron hasta el monumento en honor al expresidente que reposa en la Plaza de la Constitución.
En ese lugar se sumaron a los homenajes delegaciones del Partido Comunista, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD). Elizalde definió a Allende como un “demócrata ejemplar” que “se hizo grande por una trayectoria política de servicio público y de lucha permanente por construir un país con más justicia social».
A pocos metros de allí, dentro del Palacio de La Moneda, el presidente Sebastián Piñera encabezó una sencilla ceremonia oficial, muy diferente a los homenajes que organizó los últimos cuatro años la exmandataria Michelle Bachelet.
En una declaración al término de la ceremonia, el mandatario reiteró que la democracia chilena estaba “muy enferma” antes del 11 de septiembre de 1973, aunque subrayó que ninguna circunstancia ni contexto justifican las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en la dictadura.
“En 1973 nuestra democracia estaba enferma de odio, de violencia, de descalificaciones, de intolerancia, de sectarismo, y eso lo sabemos todos”, señaló Piñera.
Renovación Nacional (RN) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), los partidos derechistas que apoyan al Gobierno, no participaron en ninguna actividad, aunque algunos de sus representantes expresaron su respaldo al alzamiento militar. La diputada Camila Flores, de RN, utilizó su cuenta de Twitter para dar las gracias a los militares golpistas por dejar un país “independiente, ordenado, próspero y principalmente libre».