El pasado 22 de noviembre cumplimos 2 años al frente del consulado dominicano en Chicago.
Aprovecho para seguir una secuencia de rendición de cuentas que inicié hace un año con un escrito titulado “En Chicago hemos cambiado”, el cual puede visualizarse en el siguiente enlace: https://eldia.com.do/en-chicago-hemos-cambiado/
Así pues, esto es parte de lo que hemos hecho en este segundo año:
Continuamos con la adquisición y sustitución de equipos de cómputos e impresoras, para garantizar una fluidez en el servicio y trabajo de todos los miembros de la misión. En todos los casos de adquisición de computadoras, hemos adquirido laptops para permitir portabilidad cuando debemos desplazarnos fuera de nuestra sede.
Hace apenas unos meses, y luego de haber fungido como tesorero de la Asociación de Cónsules Iberoamericanos en Chicago (ACIC), fuimos electos por aclamación como nuevo presidente de la asociación, la misma conformada por los cónsules generales de 12 países. Esta designación nos honra y ayuda a la proyección que debemos realizar como bloque y país.
En el plano de la colaboración con República Dominicana, tuvimos la oportunidad de viajar e introducir en el sector energético del país a ejecutivos de la empresa UGT Renewables. Fruto de esa gestión, dicha empresa firmó un memorándum de entendimiento con el estado dominicano. A través del mismo se realizará un diagnóstico del sistema energético y se harán las recomendaciones de lugar, sobre todo en el aspecto de distribución de energía. De concretarse y aceptarse las recomendaciones, ya la empresa UGT Renewables posee la autorización del EXIM Bank de los Estados Unidos para financiar dicho proyecto por hasta US$1 billón de dólares.
En el aspecto de servicios a nuestra comunidad, realizamos operativos para emisión de pasaportes, empadronamiento, cédulas y otros documentos, en compañía de la Junta Central Electoral, por segunda vez en Columbus (Ohio) y Minneapolis (Minnesota). Por primera vez en la historia del consulado nos trasladamos a Cleveland y Cincinnati (Ohio) asistidos por los equipos del consulado de New Jersey. En Cincinnati, fuimos objeto de un reconocimiento de parte de los dominicanos residentes en esa demarcación.
Cabe señalar que nunca, antes del presente gobierno, se hicieron operativos consulares en nuestra demarcación.
Sin embargo, la mejor noticia para nuestros contribuyentes es sin duda que ya se encuentra en proceso de ser instalada nuestra propia impresora de pasaportes, y paralelamente, el que hayamos recibido autorización de instalar nuestra propia oficina de la Junta Central Electoral. En ambos casos, por primera vez en la historia del consulado.
En lo cultural, hemos mantenido nuestra estrecha relación con el Instituto Cervantes, así como la colaboración con la Universidad De Paul, que continua con sus programas de envió de estudiantes a la República Dominicana. Asimismo, seguimos como siempre apoyando las asociaciones de dominicanos en las diferentes demarcaciones.
En lo deportivo, asumimos el patrocinio de los Leones del Escogido en la liga local “Tetelo Vargas”, quienes se coronaron campeones el presente año.
Como puede comprobarse, no hemos detenido la versatilidad que debe tener un consulado, pero más aun, hemos hecho más con menos, economizándole al estado dominicano decenas de millones de pesos.
De tener una nómina de 12 personas, muchas de las cuales ni siquiera estaban en territorio estadunidense, actualmente en ocasiones hemos sido máximo 6 personas, todas asistiendo a la sede, o sea solo el 50 % de la cantidad de la pasada administración. Un cálculo conservador en estos dos años de nuestra gestión, gracias a la reducción del personal, implicará una economía para el estado dominicano de setecientos veinte mil dólares americanos (US$720,000.00) en sueldos, o lo que es lo mismo, unos cuarenta y un millones cuarenta mil pesos dominicanos (RD$41,040,000.00)
Por ende, es con hechos que reiteramos nuestro compromiso genético de seguir sirviendo a nuestra comunidad en el medio oeste de los Estado Unidos, maximizando nuestros recursos y manteniendo contacto constante con la diáspora de nuestra jurisdicción.
Finalmente, como es de conocimiento público, todos los precios de nuestros servicios han sido reducidos, también la primera vez que se recuerda que algo así haya sido dispuesto.
Somos una misión consular, pero mas que nada una casa para todo dominicano.