El sábado llegué apurado al auditorio de Mauricio Báez, 9:50 de la mañana, creyendo que no encontraría cupo para la conferencia de Horacio Muratore, argentino presidente de la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto), el equivalente a Joseph Blatter antes de los líos de la FIFA.
El evento estaba señalado para las 10:00 y a las 11:03 el maestro de ceremonias -Satosky Terrero- dijo: “En cinco minutos comenzamos”. La famosa y odiosa ¡hora dominicana!
El mismo Satosky, quien lo hizo muy bien, alertó a los ocupantes del ala derecha a que se movieran a la izquierda para hacer el bulto de “buena asistencia” en las fotos oficiales, que aún así no cubrió.
Una pobre concurrencia ante el titular del segundo deporte de más alcance mundial y el federativo de más arrastre en el país, el básket.
¿Y dónde estaban las asociaciones, clubes, árbitros, entrenadores, federados, periodistas, entre otros? ¿Acaso no fueron convocados debidamente?
Finalmente el evento arrancó a las 11:14 con la presentación del comité ejecutivo de la Fedombal, que sí estuvo completo, encabezado por Rafael Uribe, quien destacó la importancia del visitante y aplaudió la presencia de su antecesor Frank Herasme, quien a su vez tuvo el honor de presentar a Muratore.
Uribe también presentó las “bondades” de “La nueva era del baloncesto dominicano”, trago amargo para Herasme, quien resistió estoicamente la comparación.
La charla “Nuevo sistema de competencias y gobernanzas de la FIBA” cumplió el cometido, a pesar de las debilidades formales e institucionales, que no es es una problemática propia del deporte. ¡Es el país que anda así¡