SANTO DOMINGO.-Concluido ya el período de gracia que tradicionalmente se le concede a todo nuevo gobierno, las actuales autoridades enfrentan tres grandes retos cuyo tratamiento podría ser el punto de giro hacia la permanencia en el poder más allá del 2024 o bien, el inicio del final.

El auge de la delincuencia común, expuesta con todas sus sombras y maniobras particulares gracias a las redes sociales; la inflación que experimentan los productos de primera necesidad y los problemas del sector eléctrico, cuyas altas facturas le insertan al debate nacional, se entrelazan entre sí con la etapa final de la pandemia del Covid-19.

La delincuencia
En el caso específico de la delincuencia, la reactivación de la economía, así como el fraccionamiento de las medidas restrictivas, han traído consigo mayor movilidad de personas y más circulante en las calles, ocasión aprovechada por los rateros para renovarse y recuperar el tiempo perdido durante el año 2020.

Según las cifras oficiales de la Policía Nacional, durante los primeros ocho meses del año 2021 se han producido 5,993 acciones de raterismo.

Los asaltos en motores han proliferado en las últimas semanas tras el cese del toque de queda.

El promedio mensual es de 1,946 acciones de raterismo que son segmentadas en atracos, arrebatos, hurtos y roturas para penetrar a viviendas. En los arrebatos, el promedio es de 803; los hurtos 2,160, y las roturas 1,083, contabilizados en un periodo de un mes.

El sociólogo Alejandro Abreu dijo a EL DÍA que la mayor circulación ciudadana y las ansiedades psicosociales acumuladas, después de la larga etapa aguda del toque de queda y sus restricciones, son factores que aumentan los riesgos de las personas de ser asaltadas en los espacios públicos.

“Esto se une al vacío de autoridad pública en las calles y la falta de actuación de la Policía, que actualmente vive una crisis institucional, producto de que la reforma de la seguridad está en veremos, congelada, pospuesta y sin fecha para su puesta en marcha”, dice Abreu.

Indicó que no se puede postergar más la toma de decisiones y un plan de actuación conjunta entre la ciudadanía, las familias, las juntas de vecinos, los grupos religiosos y las autoridades en cada espacio territorial, de abajo arriba, permanente y continuo para garantizar la paz ciudadana.

Las críticas
El asalto de bandas motorizadas en plenas horas del día, la irrupción de un grupo similar en un negocio el mismo día de su apertura y el asesinato de un teniente de la Armada, fueron los hechos que provocaron la estampida de críticas a las autoridades.

La iglesia, empresarios, partidos políticos de oposición y hasta un diputado oficialista han clamado por mayores controles a continuación citamos algunas de esas declaraciones.

El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Pedro Brache, consideró que la Policía debe atender de forma efectiva la ola delictiva desatada en los últimos días.

El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Ramón Bueno, urgió al presidente de la República a revisar los funcionarios asignados para trabajar con la seguridad ciudadana y argumentó que no se trataba de hablar sino de resolver.

Los partidos de la Liberación Dominicana y Fuerza del Pueblo no se han quedado atrás en las críticas.

Actividad gobierno
Todo esto sucede luego de que Abinader comisionara a un grupo de expertos en seguridad para llevar a cabo una reforma a la Policía Nacional.

Posteriormente, se puso en marcha la Estrategia Integral de Seguridad Ciudadana “Mi País Seguro”, cuyas acciones se concentran inicialmente en el sector de Cristo Rey e incluye un plan de desarme voluntario.

Plan de desarme

— Cantidad
El ministerio de Interior y Policía informó que a la fecha, ha recopilado 1,751 armas ilegales en el plan de desarme, de las cuales ya fueron destruidas 803. La iniciativa ha sido criticada por sectores la consideran inefectiva.

5,993 Acciones de raterismo
La cantidad en lo que va de año según los registros de la Policía Nacional.