Santo Domingo.–Una de las cosas más satisfactoria en la vida del padre Luis Rosario ha sido aportar su “granito de arena” para que cientos de jóvenes, niños y adolescentes, que vivían en la calle, muchos delinquiendo, hoy sean profesionales o estudiantes útiles a la sociedad.
El coordinador de la Pastoral Juvenil de la iglesia Católica lleva ya 24 años sirviendo a la juventud, no solamente a la dominicana, pues la mayoría de los jóvenes que saca de las calles es de origen haitiano.
La loable labor que todos los días, sin descanso, realiza el padre Rosario en la Casa de Acogida de la Pastoral Juvenil, junto a otras personas, es rescatar a niños y jóvenes de las calles, quienes un día tuvieron algún vicio, para ofrecerles una vida digna y con una buena educación.
Alrededor de dos mil
Pero no sólo se dedica a identificar niños y jóvenes que andan deambulando por las calles, darles tratamiento psicológico, educarlos y ofrecerles un techo con todo incluido, sino que también intenta acercarlos a la familia que un día ellos dejaron.
“Eso me da mucha satisfacción bajo del punto de vista espiritual, he podido, a través de mi esfuerzo, colaboración, mano amiga, no digo lograr para que no sea una pretensión, pero sí ayudar a que muchachos de la calle, llamados “palomos”, puedan salir de las calles”, afirma el religioso.
En los últimos 18 años el padre Luis Rosario ha ayudado para que cerca de dos mil niños y jóvenes hayan logrado salir de los vicios y peligros que los asechaban en las calles del país, muchos de ellos estuvieron presos.
“La mayoría dormía y vivía en la calle, algunos fueron llevados por otros muchachos que están en la calle y que no quisieron entrar a la casa de Acogida”, indica el coordinador de la Pastoral Juvenil.
El proceso
Rosario explica que lo primero que hacen es darle seguimiento al joven que intentan sacar de la calle, luego de ser convencido, lo acogen y empieza un proceso para insertarlo en la sociedad.
Actualmente la Casa de Acogida de la Pastoral Juvenil tiene 35 muchachos.
También el cura habla de la labor que tienen con los jóvenes en la estación de Radio Juventud Don Bosco, que transmite en los 1640 AM, 24 horas, en donde tienen seis muchachos que la dirigen, quienes un día fueron “palomos”.
El coordinador de la Pastoral Juvenil narra con tristeza que muchos de los jóvenes haitianos que tienen acogidos no tienen documentos y señala lo complicado que se le vuelve la vida por la falta de papeles.
“El hecho de no tener documentos les cierra todas las puertas, hasta la escuela led afecta, una cuenta de banco no pueden sacar si no tienen documentos”, se lamenta.
Dolor por juventud
La situación de la juventud en el país causa mucho dolor en el sacerdote, quien dice que a pesar de las cosas tristes que ha visto, ha sido una experiencia muy positiva trabajar con jóvenes.
“Yo diría que más que frustración, yo he sentido el dolor de la situación de muchos jóvenes, adolescentes y niños del país”, dice el religioso.
Narra la historia de dos jóvenes que estaban en la calle, a quienes ellos les daban seguimiento, y que se lanzaron del puente el mismo día, pero no tenía ninguna relación uno con el otro.
“La misma situación humana de esos jóvenes causa dolor, no es lo mismo estar en una familia unida que estar en la calle”, señala el sacerdote.
El coordinador de la Pastoral Juvenil afirma que los muchachos aprenden a ser disciplinados y honrados en el hogar, porque si no seguirán siendo delincuentes, si así se quiere decir.
El padre Luis Rosario manifiesta su gran satisfacción de servirle a la juventud del país.