Puerto Príncipe.- Cerca de 1,4 millones de haitianos necesitan ayuda alimentaria y, de estos, 800.000 están en situación de extrema necesidad inmediata como consecuencia del paso del huracán Matthew por Haití, arrasando cosechas y cultivos en buena parte del país.
Así lo pone de manifiesto un informe de emergencia elaborado por el Gobierno de Haití, la Coordinación Nacional para la Seguridad Alimentaria (CNSA), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO).
Según el documento, en el departamento de Grande-Anse la agricultura ha sido prácticamente aniquilada, los almacenes han sufrido graves daños, y la disponibilidad de productos de la tierra se ha reducido a los frutos caídos de los árboles.
En cuanto al ganado, en algunas zonas de este departamento se ha perdido en torno a la mitad de los animales, indica el informe.
Además, en la costa sur de Haití las actividades de pesca están paralizadas debido a que embarcaciones y útiles de pesca han sido arrastrados por las inundaciones. Como resultado, los ingresos de las familias son casi inexistentes.
La pérdida de cultivos de subsistencia en el departamento de Sur ha sido casi total. Cerca del 90 por ciento de los árboles de zonas boscosas y frutales resultaron seriamente dañados y el 10 por ciento restante probablemente no serán productivos esta temporada.
“Los productos locales en los mercados prácticamente se han agotado y necesitamos más fondos para continuar la distribución de alimentos para ayudar a 800.000 personas en necesidad de ayuda más urgente”, dijo Miguel Barreto, director regional del PMA en América Latina y el Caribe .
“La temporada de cosecha de invierno se acerca, pero los productores agrícolas lo han perdido todo. Si no actuamos ahora para proporcionarles semillas, fertilizantes y otros materiales, no serán capaces de plantar, perpetuándose la inseguridad alimentaria ”, dijo el representante de la FAO en Haití, Nathanaël Hishamunda.
En este sentido, hizo hincapié en el compromiso de la Organización para trabajar conjuntamente con el Ministerio de Agricultura en la ejecución de un plan de respuesta de emergencia, centrado en ayudar a las personas para que vuelvan a la actividad agrícola y mejorar la seguridad alimentaria en las zonas rurales.
Los departamentos de Grande-Anse y Sur no fueron los únicos que sufrieron un severo golpe en lo que a suministros de alimentos y la agricultura se refiere, según la evaluación de emergencia realizada.
En el departamento de Nippes, las comunidades de Petit-Trou-de-Nippes, Baradères, Grand-Boucan, Plaisance-du-Sud, Asile, Petite-Rivière-de-Nippes se han visto gravemente afectadas, con casi el 80 por ciento de sus cultivos destruidos.
En el departamento de Artibonite, la ciudad más castigada fue Anse-Rouge, pero los cuatro municipios que conforman el Distrito de San Nicolás Mole (Bahía de Henne, Bombardopolis, Jean Rabel, Mole San Nicolás) también se vieron afectados.
El huracán destruyó entre el 60 y el 90 por ciento de los cultivos en esta zona, y la ganadería, una actividad común en el noroeste de Haití, también registró pérdidas sustanciales, de entre el 60 y el 80 por ciento de los animales.
El impacto en la agricultura en el departamento de Sureste también fue generalizado, y se calcula que el 25 por ciento de los cultivos de maíz se han perdido; entre el 60 y el 90 por ciento de otros cultivos han sido dañados.
En cuanto a la pesca, casi el 60 por ciento de los equipos de pesca se han perdido o están dañados, lo que se traduce en pérdidas relacionadas con el comercio que rondan el 40 por ciento.
Las organizaciones humanitarias presentes en Haití necesitan, con urgencia, 56 millones de dólares para proporcionar asistencia alimentaria a las personas afectadas por el huracán Matthew en los próximos tres meses.
Ante esta situación, CNSA hace un llamando a la coordinación eficaz de la respuesta a esta crisis humanitaria “a través de mecanismos institucionales fuertes, buenos sistemas de seguimiento, evaluación y consulta, con el fin de garantizar la coherencia, la transparencia y la eficiencia” en su manejo.