SANTO DOMINGO.-La infertilidad afecta entre un 15 % y 20 % a las parejas en edad reproductiva en el mundo, lo que equivale a que una de cada cinco parejas tiene problemas para lograr el embarazo
. Son cifras remarcablemente elevadas, por la poca visibilidad que hasta hace poco tenía la infertilidad en el debate público.
Pero cada vez hay más mujeres a pesar de que no sea una cuestión exclusivamente femenina, y bastantes conocidas, que hablan abiertamente.
Los tabúes asociados a la infertilidad, a la pérdida gestacional o perinatal, o a los tratamientos de fertilidad que cada vez más parejas hacen para tener hijos (de los cuales, solo el 30 % de las gestaciones llegan a término, de acuerdo con el Instituto Interamericano de Derechos Humanos), vienen de muy atrás:
“En el tema de fertilidad arrastramos la herencia de épocas medievales”, explica la psicóloga Cristina Silvente, especializada en psicología perinatal de la Universitat Oberta de Catalunya y autora del libro “Las voces olvidadas. Pérdidas gestacionales tempranas”.
Sociedad que juzga
Indica que, en esta sociedad, la responsabilidad de cualquier cosa recae en la persona individual. “Si te esfuerzas, puedes conseguirlo todo, y esto no siempre es cierto, especialmente en el tema de la fertilidad. Pero la sociedad culpa, señala, y esta culpa la asimilamos desde muy pequeñas.
Las mujeres siempre salimos perdiendo”, asegura.
De hecho, se calcula que las causas de infertilidad están repartidas entre hombres (30 %) y mujeres (30 %), causas mixtas (30 %) y un porcentaje (10 %) del cual no se conoce el porqué destacando “los temas reproductivos siempre se asocian a la mujer. Es cierto que es quien lleva la parte física del embarazo, pero el padre o pareja (en el caso de ser otra mujer) también forman parte de dicho proceso”, dijo.
Existen también prejuicios sobre el hecho de recurrir a la reproducción asistida para obtener un embarazo, a pesar de que cada día hay más parejas (o mujeres solas) que se acogen a dicha opción.
Concluye, que una de las situaciones más duras es cuando, una vez conseguido el embarazo, el embrión no sale adelante o el bebé muere durante la gestación.
Es un hecho muy habitual pero nada visible, que causa un dolor todavía más grande a las parejas por el hecho de no explicarlo agrega:
“La muerte es tabú en nuestra sociedad, y la pérdida del bebé antes del nacimiento es un duelo desautorizado socialmente: a las personas que sufren no se les valida el dolor”.
Formación profesiona
— Ante el duelo
Para Silvente, es fundamental que haya formación de los profesionales que acompañan en estos procesos afirmando: “Actualmente, no hay ningún tipo de formación con este enfoque en los planes de estudios de la mayoría de carreras sanitarias”.