Una propuesta a las autoridades de organismos electorales y partidos políticos. Desde hace años en la República Dominicana, los partidos y agrupaciones políticas vienen careciendo de espacios democráticos, en donde prima en vez de las ideas, debates y el respeto a las diferencias entre sus integrantes; se imponen improperios y denigraciones de uno a la otra parte a lo interno y entre un partido y otro, solo por diferencias no en lo conceptual sino en aspiraciones por posiciones en el Estado o en el partido.
Ante los diversos conflictos que se suscitan en asambleas, reuniones, convenciones y demás actividades organizadas por las organizaciones políticas; en donde salen a relucir fricciones que distancian a sus liderazgos y a la vez, debilita con sus diferencias las posibilidades de asumir a dirigir al Estado o a la vez, le facilita salir de él con mayor facilidad.
Ante situaciones como las citadas, planteamos la necesidad de contar con instancias no adversariales, como Centros de Resolución de-controversias, ya que pretendemos promover el conflicto como una oportunidad, no como una amenaza como piensa la mayoría de dirigentes políticos y analistas.
El conflicto bien ponderado con acompañamientos de expertos empáticos e imparciales y con partes dispuestas a cooperar para buscar consensos, son organismos que entendemos necesarios en tiempo como vive la sociedad dominicana en la actualidad.
La razón de existencia de los movimientos y partidos políticos son las confrontaciones de ideas y propuestas para buscar con las mismas, ser percibido por la ciudadanía como una entidad viable para asumir o más bien, dirigir el Estado.
Entre ambas razones, es de buen gesto que los partidos y los movimientos solucionen sus controversias con mecanismos que permitan a las partes plantear ante un tercero o facilitador imparcial, sus posiciones y visión de lo que él o ella pretende lograr, exponiendo sus ideas con propuestas coherentes a sus planes de llegar a una posición del Estado (regidor, diputado, alcalde, senador, presidente, ministro, etc.) o en el partido.
Los métodos con lo cual he titulado esta columna son a nuestro modo de ver, los oportunos según las circunstancias en la que se encuentra el conflicto tanto en el partido como en la persona. Un método u otro pueden jugar el rol según las características de las controversias y los antagonismos de las partes encontradas.
Pienso que resolver conflictos en las agrupaciones políticas es una de sus mayores necesidades, por no solucionar sus diferencias por medios adecuados, sus líderes enfrentados han tenido resultados fatales para sus seguidores y para ellos mismos. La división del partido.
Organismos promotores de un Centro de Solución de Controversias deberían ser la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral (TSE), por estos los organismos competentes para dirimir los conflictos de las agrupaciones y partidos políticos.
Asimismo, las agrupaciones y partidos políticos como he señalado en otras columnas de Conflictos y Mediaciones, deberían incorporar en sus estatutos, reglamentos u otros mecanismos, disposiciones para solucionar de conflictos de manera oportuna, dinámica y colaborativa entre las personas pertenecientes de esas organizaciones.
Muy bien lo destaca Mahatma Gandhi al decir “Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas, no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales”, si las agrupaciones y movimientos políticos abogan según sus discursos en mítines, medios de comunicación y campañas, que su visión política es hacer cambios a los que estos les llaman “trascendentales”, porque no promover espacios de diálogos, comunicación, negociación y conciliación para concertar por la unidad y la cooperación de los militantes.
En donde prime la Mediación, Conciliación, Negociación y Arbitraje de Conflictos Políticos con sus siglas (Cemconaconpa), para el fortalecimiento institucional y de esa manera evitar en los mismos cismas innecesarios por desacuerdos mal abordados por las autoridades partidarias.
Pero también, que las instancias estatales crean espacio de acercamiento entre las partes antes de emitir decisiones que ponen a militantes y dirigentes a tomar decisiones que en su momento no fueron las adecuadas en la solución del conflicto.
En la República Dominicana existen experiencias de excelentes buenas prácticas en estos Métodos Alternos de Solución de Conflictos (MARCs), en donde instancias estatales, no gubernamentales y de la sociedad civil han facilitado a la ciudadanía a resolver disputas fuera de las instancias judiciales. El éxito ha sido impresionante.
En los partidos y agrupaciones políticas la implementación de mecanismos facilitadores de entendimientos entre las partes en conflictos podría fortalecer el sistema partidario en la República Dominicana y el sistema político en general.
En conclusión, desde Conflictos y Mediaciones estamos en la mejor disponibilidad de cooperar con la Junta Central Electoral, Tribunal Superior Electoral y los movimientos y partidos políticos para fomentar espacios diferentes a los establecidos en las leyes, reglamentos actuales que regula el régimen electoral en el país.
Más adelante, referiré otros aspectos a la propuesta.