SANTO DOMINGO.- Como cada año el Día de las Madres es aprovechado por dominicanos que han perdido a su progenitora, hermanas u otra pariente, para ir a los cementerios a llevarle flores, velones y hasta pasar un rato rezando o llorando.
La pandemia del Covid-19 ni el candente sol limitaron esas actividades en los campos santos de Santo Domingo, que lucían con muchos visitantes.
Vendedores de flores y velones en el cementerio de la Máximo Gómez, agotaron temprano sus mercancías porque llevaron poca previendo baja asistencia.