Los Ángeles.– Los Boston Celtics del dominicano Al Horford son el último escollo que separa al astro LeBron James de su octava final de la NBA consecutiva y la novena de su carrera, cuando se midan ambos equipos a partir de este domingo en la final de la Conferencia Este.
El «Rey», que lleva disputando las Finales desde 2011 de manera ininterrumpida, chocará ahora contra el sorprendente equipo del técnico Brad Stevens, que perdió a sus dos mejores jugadores por lesión pero que ha llegado a esta situación aupado por las actuaciones de Horford, junto a una pléyade de jóvenes llamados a conquistar la NBA en el futuro.
«LeBron está jugando ridículamente bien. Sabemos que va a ser un desafío», dijo Stevens tras eliminar 4-1 a los Philadelphia 76ers en semifinales de conferencia y sabedor de que la temporada pasada cayeron 1-4 en esta misma instancia y en 2015 fueron barridos en primera ronda 0-4.
Los Celtics, sin Gordon Hayward desde el primer partido de la temporada ni Kyrie Irving por lesión, sufrieron hasta el final para superar en la primera fase 4-3 a los Milwaukee Bucks del griego Giannis Antetokounmpo. Mientras, los Cavs llegan tras haber dejado por el camino 4-3 a los Indiana Pacers y 4-0 a los Toronto Raptors, el mejor equipo del Este en la temporada regular.
«Al final del día tienes que hacer lo que haga falta para ganar. No importa cómo ocurra», dijo LeBron hace unos días. El alero de 33 años, que acaba contrato con Cleveland a finales de junio, está realizando unos playoffs de ensueño, al alcance únicamente de su leyenda, al firmar 34,3 puntos, 9,4 rebotes y 9 asistencias por encuentro.
Mientras otros jugadores de su generación e incluso de su clase del draft se encuentran en el ocaso de sus carreras, James sigue deleitando a propios, compañeros, rivales y extraños con exhibiciones que ya lo sitúan en la discusión, junto Michael Jordan, como mejor jugador de la historia.
«Cada vez que llegamos a los playoffs tiene este nivel. Es un jugador especial y todos lo sabemos. Lo que hace por nosotros es increíble», explicó el entrenador de Cleveland Tyronn Lue. LeBron ganó dos anillos en cuatro finales con los Miami Heat mientras se coronó en una de cuatro con los Cleveland Cavaliers, en 2016 ante los Golden State Warriors.
Números que hablan por sí mismos
Ahora aguardan Horford, en la mejor postemporada de su carrera, y Stevens, un maestro desde el banco que ha potenciado a un equipo lleno de promesas hasta llevarlo a las puertas de la final. «Brad es un genio. Increíble», dijo el quisqueyano sobre su técnico luego del tercer triunfo (3-0) ante los Sixers.
El base Terry Rozier, por su parte, elogió a Horford. «Es simplemente genial. Futuro miembro del Salón de la Fama», opinó. Y se sumó a los halagos el propio Stevens. «Nos da estabilidad, no hay duda.
Cuando las cosas van mal, todos miran a Al, incluidos los entrenadores. Esperamos a que diga algo y todos respiramos más tranquilos.
Es increíble», comentó el entrenador. A sus 31 años, el originario de Puerto Plata (norte) está promediando 17 puntos, 8,7 rebotes y 3 asistencias por contienda, liderando a una escuadra que ha dado un paso al frente tras las ausencias de Irving y Hayward.
No en vano, el novato Jayson Tatum suma 18,8 tantos por choque, el escolta de segundo año Jaylen Brown 16,9 y el base Terry Rozier, en su tercer curso, 18,2.
Sin embargo, Tatum tenía nueve años y Brown 10 cuando LeBron llegó a su primera final de la NBA. Por si fuera poco, el «Rey» ha ganado en 21 ocasiones a Boston en playoffs y ha disputado 9,582 minutos en postemporada, por los 8,015 de todos los jugadores de los Celtics juntos.
