Santo Domingo.-Tener una dificultad físico-motora no es un impedimento para que la gente se pueda desarrollar y alcanzar el éxito.
Así lo considera el empresario Celso Marranzini, reconocido dentro y fuera del país por su trayectoria en la industria y los servicios, pero también por su participación en distintas organizaciones como sindicalista-empresarial.
Marranzini es el mejor ejemplo de eso, ya que a sus cuatro años de edad sufrió de polio, una enfermedad que lo dejó sin caminar y después debió aprender a hacerlo con muletas, como se mueve hasta hoy.
Sin ningún complejo, cuenta que desde muy pequeño sus padres le enseñaron a ser autosuficiente, valerse por sí mismo y no tenerse lástima; enseñanzas que lo motivaron a vivir y desenvolverse como cualquier otra persona.
Por eso ha cosechado éxitos en el mundo empresarial e individual.
“En toda mi vida solo he tenido una sola frustración a consecuencia del polio y fue cuando yo estudié en el colegio Calasanz que me impidieron entrar a los Boy Scout bajo el alegado de que saqué menos de 80 puntos en una materia, pero yo entendí que fue por mis limitaciones, porque entraron otros amigos que se quemaron”, dijo en Los Coloquios El DÍA.
De niño y adolescente jugó béisbol, fútbol, canicas y hasta montaba caballos, entre otras disciplinas.
“No he montado bicicleta y es porque no he tenido el interés, si lo hubiera tenido me las habría ingeniado”, afirmó Marranzini con plena seguridad.
Éxitos empresariales
Marranzini se inició en el mundo empresarial siendo un adolescente, en la empresa de su abuelo (Celso Pérez, C. x A.), donde fue gerente de Producción por 17 años.
En 1984 fundó su primera empresa, Multiquímica, de la cual no era el único dueño.
Tenía varios accionistas, y además continuaba llevando las compras y la parte financiera del negocio del abuelo.
Según sus propios recuerdos, no fue hasta el año 1988 cuando se integró definitivamente a Multiquímica, un pequeño negocio (para esa época) dedicado a la fabricación de materias primas para pinturas, tinacos, fundas plásticas, y compuestos de PVC. Hoy día también venden materias primas para distintos sectores: químicos, alimentos y otros.
“Fabricamos nuestras propias materias primas. Todas las fábricas de pintura son nuestros clientes y exportamos el 70% de nuestra producción a Centroamérica y el Caribe, ya que tenemos una fábrica de producción en Guatemala, y estamos trabajando muy arduamente en los Estados Unidos”, informó.
Marranzini también es dueño de la empresa Compuesto Dominicano, S. A., dedicada a la fabricación de productos plásticos para uso industrial y doméstico. Así como también de las empresas Doperco, S. A., Productos Químicos para la Minería (PQM), y Global Pack, que fabrica productos y empaques para almacenamiento e higiene de alimentos.
Experiencia los servicios
A pesar de su experiencia en el área industrial, Marranzini decidió extender sus conocimientos como gerente en el área de los servicios a través de la venta de ropas y accesorios para damas, caballeros y niños.
El empresario es bien conocido por liderar lo que sus hijos llaman su “hobby”, que son las tiendas de ropa para niños EPK; Naturalizer y Bakers, que traen zapatos para mujer, y Kennet Cole, especializada en la importación de ropa para caballeros y carteras de damas.
Activismo empresarial
Pese a no tener necesidad económica, Celso Marranzini es también conocido en el país por su activismo en organizaciones que agrupan y promueven actividades empresariales.
Con gran entusiasmo describe que esa pasión la heredó de su madre, que fundó la Asociación Dominicana de Rehabilitación a raíz de la enfermedad que lo afectó en su infancia.
Como sindicalista empresarial participó como secretario de la Asociación de fabricantes de Calzados, fue presidente de la Asociación de Fabricantes de Pinturas, de la Asociación de la Asociación de Industrias de Haina (AEIH); así como del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y de la organización Acción Empresarial por la Educación (Educa).
Puesto público
Además de sus más de 46 años de trayectoria empresarial, Marranzini cuenta en su biografía con un capítulo dedicado a su labor en el secor público.
Fue vicepresidente de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).
“Me gusta la política como política, no la partidaria, pero me siendo muy satisfecho de mi gestión porque aún me recuerdan. Debí hacerlo muy bien o mu y mal”, comentó de manera sarcástica.