Barahona.-Debido a su auge, el ecoturismo ya se convirtió en el segmento de más rápido crecimiento y el sector más dinámico del mercado turístico a escala mundial.
Este movimiento apareció a finales de la década de 1980, y ha logrado atraer el suficiente interés a nivel internacional, al punto que la ONU dedicó el año 2002 al turismo ecológico.
Aunque existen diferentes interpretaciones, por lo general el ecológico se promueve como un turismo “ético”, en el cual también se presume como primordial el bienestar de las poblaciones locales.
En Barahona hay dos complejos que pueden dar cátedra de cómo hacer y disfrutar de un turismo ecológico y así lo confirman los reconocimientos internacionales que ha recibido hasta la fecha Casa Bonita, complejo responsable del repunte de la zona, pues trabaja con un criterio basado en el bienestar, la diversión y la salud.
Casa Bonita
Enclavado en una zona de desconexión, donde la vista descansa en el infinito mar Caribe, se encuentra el hotel boutique Casa Bonita Tropical Lodge, un destino de descanso y relajación que ha sido bautizado “como la puerta a las riquezas de la región”, y reconocido en el mundo como el mejor protagonista del repunte internacional de Barahona.
Con doce habitaciones de lujo y una suite con características únicas y biodiversidad endémica, permite experimentar al visitante una quietud y relajación al más alto nivel, a través de su estilo ecológico, proyectando la madera de palma y el mimbre en sus instalaciones.
Cuenta con el único spa orgánico del país y sus visitantes disfrutan de la naturaleza en balcones privados con vista al mar y a las montañas.
Casa Bonita, con instalaciones de calidad mundial, invita a dejarse mimar en un día, al entrar en contacto con sus servicios y la sofisticación de su hospedaje, ambientado al estilo rústico elegante.
Está ubicado en el litoral sur de la isla, en un área de bosque tropical, rodeado de ríos y montañas, a 17 kilómetro de Barahona en la carretera costera que conduce a Pedernales.
En una visita a sus instalaciones, el gerente general Roberto Carlos Nolazco López destacó que el lugar trabaja bajo el concepto de turismo ecológico o ecoturismo, el cual es un enfoque para las actividades turísticas en el cual se privilegia la sustentabilidad, la preservación y la apreciación del medio (tanto natural como cultural) que acoge a los viajantes.
Nolazco dijo que los huéspedes disfrutan d el Tanama Eco Spa, Canopy Tour, senderismo, cancha de tenis, bicicleta de montaña, equipos de snorkeling, tablas de surfing e innovadores servicios en el área de salud, amenidades orgánicas, bienestar, aventura y el uso de productos frescos en su gastronomía, recogidos en la hortaliza orgánica del hotel.
“Se adicionarán doce espacios más, que tendrán un diseño distinto a las cabañas existentes; serán de dos pisos y cada una tendrá una pequeña piscina, así como un helipuerto”, apuntó.
La excelencia en el servicio no para, porque sus huéspedes tienen la opción de dar paseos a caballo en los senderos tranquilos, o disfrutar de ofrendas en el bosque a la orilla del río utilizando elementos indígenas como el café, el cacao y la piña en todos sus tratamientos.
Un rancho único
Mientras que Rancho Platón cuenta con la certificación Dominican Treasures, avalada por el Consorcio Dominicano de Competitividad Turística (CDCT), la cual está basada en los criterios globales de turismo sostenible.
Este rancho es un proyecto turístico de eco-aventura, diseñado estratégicamente para disfrutar de la tranquilidad que brinda la naturaleza, y a la vez tener la oportunidad de utilizar este recurso para disfrutar de toda lo que brinda el campo.
El lugar se destaca por tener parte de su alojamiento en los árboles (Tree house), y funcionar con hidroeléctrica.
Entre sus actividades, ofrecen paseos en mountain bike, tubing o toboganes, caminatas, camping y kayac. Está situado en el Paraje Platón, municipio de Paraíso, Barahona, y posee cuatro cabañas con todas las comodidades para que el amante de la aventura pase días de ensueño.
Su cabaña en las palmas fue creada para satisfacer y hacer realidad los deseos de los niños de tener una casa en la cúpula de un árbol y dejarse contagiar por el canto de los pájaros.
