Casa Abierta cumple 46 años de fundada, pero no estamos de fiesta. Compartimos la tristeza, el dolor, y la preocupación de toda la sociedad dominicana, que sufre las consecuencias de la crisis sanitaria que está generando la pandemia del COVID- 19.
Expresamos nuestra sincera solidaridad a las familias que han perdido a sus parientes, a la vez que hacemos votos para la recuperación de quienes hoy están afectados por la peligrosa enfermedad.
En este periodo de miedos e incertidumbres desde Casa Abierta hemos seguido acompañando a la familia dominicana con los medios posibles y disponibles. Hemos recogido el mandato mundial: ¡Quédate en Casa!, pero no de forma pasiva. Por medio de la campaña: ‘‘Para enfrentar el COVID-19, me quedo en casa y practico Habilidades para la Vida’’, hemos estado acompañando a las familias promoviendo la práctica de las 10 habilidades para la vida, y las organizaciones comunitarias y su liderazgo. El acompañamiento psicológico, en especial a personas usuarias de drogas, se ha mantenido de manera presencial según lo establecido por las normas sanitarias, y a través de videoconferencias, incluso con un aumento de demanda, pues no es momento de dar la espalda a quienes sufren. Este último formato utilizaremos para las actividades por el 46 Aniversarios de la institución. Anexo programa de actividades.
Pero también, la conmemoración de este 46 Aniversario lo vivimos en medio del proceso de elecciones de nuevas autoridades. De las que terminan nada esperamos ya. Han sido muy decepcionantes, por su sordera e indolencia al dolor de la familia dominicana. Se aferraron sin ningún pudor a políticas de drogas basadas en pensamientos de principios del siglo pasado. Multiplicaron el dolor de las personas que sufren adicciones, tratándoles como delincuentes, para poner números a una estrategia que no es solo fallida, sino perversa.
Desdeñaron las buenas prácticas de otras sociedades. Ignoraron los estudios y recomendaciones para diseñar políticas sobres drogas, respetuosas de los derechos y la dignidad de las personas. La sociedad ha sido testigo de la estrecha relación de estas políticas con todo el entramado de corrupción que abate a la sociedad dominicana.
Escogemos gobernantes para que hagan lo mejor para nuestra sociedad. Los triunfadores han enarbolado “El Cambio Va”, como propuesta para atraer el voto de la población. Les tomamos la palabra. Del gobierno que inicia en agosto próximo esperamos un cambio radical frente al fenómeno de las drogas.
Si el reclamo “El Cambio Va”, no es solo demagogia de campaña, el nuevo gobierno debería desarrollar políticas sobre las drogas que sean integrales, centradas en los derechos humanos, las juventudes, la niñez, las mujeres, y las comunidades. Solo los países que avanzan en esta dirección están logrando verdaderos éxitos.
El nuevo gobierno debe empezar por rescatar al Consejo Nacional de Drogas- CND, históricamente secuestrado por el clientelismo y un rancio conservadurismo desde su creación en 1988.
Convertido en una parcela para pagar favores políticos, el CND ha sido incapaz de liderar a la sociedad hacia políticas de drogas realmente efectivas. El Consejo debe convertirse en un organismo técnico profesional desvinculado totalmente de la politiquería y el atraso que lo ha dominado todos estos años.
Las nuevas autoridades si es cierto que tienen vocación de enfrentar el tema de las drogas desde una nueva perspectiva, deberán convocar a un amplio debate, sin banderías políticas, para identificar las mejores opciones y diseñar una política que empiece por despenalizar los consumos, dejando atrás las discriminaciones, estigmas, abusos, manipulaciones absurdas.
Entender que las personas usuarias de drogas no son delincuentes a quienes castigar.
Que la única forma de lograr la recuperación de quienes sufren adicciones es atenderles en sus necesidades de salud e integración social, respetando sus derechos y su dignidad humana.
Una nueva política sobre drogas deberá enfocarse prioritariamente en una educación integral, promoviendo estilos de vida saludable, la educación para la salud, la sana recreación, la creación de oportunidades a las personas jóvenes…, entre otras deudas sociales acumuladas.
Frente a los problemas que generan los usos problemáticos de drogas deberá iniciarse un abordaje integral, equilibrado y multidisciplinario, centrado en la persona, desde una perspectiva de derechos, salud, y género. La experiencia de Portugal es la mejor evidencia de que cuando gobierno, oposición, personas expertas, y la sociedad en general se unen en un objetivo social común, los resultados en materia de drogas son los deseables.
Es un absurdo mantener en veto el uso de medicamentos extraídos del Cannabis o marihuana, cuando estos han demostrado eficacia en problemas de salud, en los que la medicina tradicional ha fracasado.
En una nueva política sobre drogas los llamados “punto de drogas”, que son en realidad lugares de expendio que actúan impunemente, no deberán contar con el apoyo y la complicidad de autoridades corrompidas. ¡Basta ya del cobro de peajes a este negocio ilegal de las drogas! ¡Basta ya del chantaje que pone drogas a jóvenes de barrios empobrecidos para poner números y extorsionar a las familias! Las políticas de control también necesitan un saneamiento urgente.
Se deberá hacer una gran alianza con las organizaciones sociales que han llevado la carga pesada de atender a las personas con problemas de adicciones. Apoyando en su fortalecimiento y profesionalización a estas entidades sociales se estará generando una red de atención efectiva que supere la buena voluntad que anima a muchas de estas organizaciones.
Desde Casa Abierta, al conmemorar nuestro 46 Aniversario, reiteramos nuestro compromiso con la sociedad dominicana. En ese sentido, si el nuevo gobierno insiste en la fracasada guerra contra las drogas, seguiremos siendo una voz crítica incansable como ha sido en toda nuestra historia. Pero si por lo contrario imperara un nuevo pensamiento en la dirección que hemos esbozado antes, el nuevo gobierno tendrá en Casa Abierta su mejor aliado en la construcción de esta nueva política sobre drogas en la Republica Dominicana.
Juan Raddamés de la Rosa Hidalgo.
Psicólogo,
Director Ejecutivo Casa Abierta.