ASUNCIÓN. – Horacio Cartes renunció el lunes a la presidencia de Paraguay para asumir como senador por el oficialista Partido Colorado.
La ex jueza de la Corte Suprema y actual vicepresidenta, Alicia Pucheta, debería asumir el cargo en las próximas horas.
«Presento mi renuncia al cargo de presidente de la República del Paraguay para continuar sirviendo al país desde el Senado de la Nación, cumpliendo con la voluntad popular depositada en las urnas» en los comicios generales de abril, expresó Cartes en su cuenta de Twitter.
Darío Filártiga, asesor político de Cartes, indicó en conferencia de prensa que «entregué la nota de renuncia al senador Fernando Lugo, presidente de la cámara de senadores».
El Senado debe reunirse el miércoles para aprobar o rechazar la dimisión. La cámara, de 45 miembros, necesita una mayoría de 23 legisladores para otorgar el visto bueno a la renuncia.
La constitución establece que los funcionarios públicos no pueden ejercer dos cargos al mismo tiempo, por lo que para jurar como senador el 30 de junio y asumir al día siguiente para un mandato de cinco años Cartes estaba obligado a renunciar a la jefatura del Ejecutivo.
Cartes, de 61 años, asumió sus funciones al frente del Poder Ejecutivo el 15 de agosto de 2013 y su mandato debía extenderse hasta el 15 de agosto, cuando asumirá el presidente electo Mario Abdo Benítez, también del Partido Colorado.
Efraín Alegre, excandidato a presidente en los comicios de abril por el opositor Partido Liberal Radical Auténtico, dijo en conferencia de prensa que la condición de senador electo de Cartes «es ilegal» porque «todos los expresidentes se convierten en senadores vitalicios por mandato de la constitución» con voz pero sin voto en las sesiones y sin salario ni fueros.
En este sentido el analista político Ignacio Martínez dijo a The Associated Press que Cartes «probablemente quiera ponerse a salvo con el fuero parlamentario por si aparecen presuntos hechos punibles» en el futuro.
Cartes compitió en los comicios con la autorización de la Justicia Electoral y la Corte Suprema de Justicia debido a que la carta magna no prohíbe al presidente postularse a un cargo electivo.
Es el tercer presidente que renuncia al cargo desde 1989: el primero fue el dictador Alfredo Stroessner cuando en el 3 de febrero de 1989, durante el levantamiento de las fuerzas armadas en un golpe de Estado, escribió y firmó su abandono del cargo.
El segundo fue Raúl Cubas en 1999 durante los disturbios que siguieron al asesinato de su vicepresidente Luis María Argaña.