Rafael Molina Morillo, director de El Día
Reproduzco a continuación esta carta recibida ayer, sobre la no rendición de cuentas por altos funcionarios y entidades municipalidades, y la impunidad de que gozan esos delincuentes:
Buen día Sr. Molina:
Leí su artículo, “De mojiganga” y estoy total y absolutamente de acuerdo con lo que en este expone. En verdad no entiendo para qué la Cámara de Cuentas pierde su tiempo haciendo “auditorías” en las diferentes dependencias del Gobierno, si cuando terminan de hacerlas y dan los resultados la mayoría dan números rojos por los desfalcos y los corruptos que operan en dichas dependencias.
Es una desvergüenza y una desfachatez como se están manejando estos resultados. A la gran mayoría no les importa esto y a los que sí, somos muy pocos, y es como clamar en el desierto.
Nuestro Presidente está en otra cosa, no dice ni opina acerca de este tema. Tal parece que a las personas que nombran en estas instituciones es con la clara intención de que se lucren y llenen sus bolsillos como si estas fueran su patrimonio. Es asqueante la falta de valores y dignidad que ostentan estas personas.
Mientras la gran mayoría se muere de hambre y pasa calamidades para conseguir un mísero empleo que lo que ganan no les da ni para malcomer; los funcionarios y lacras del Gobierno ostentan sus propiedades, lujos y dinero robado y se lo restriegan en la cara a un pueblo sumido en la total desesperanza (que es lo último que se pierde), porque no tenemos quien nos defienda.
La delincuencia se adueñó de las calles, no se puede confiar en la Policía (pues también está llena de delincuentes).
Este país está manga por hombro, a la deriva, cada vez peor. Definitivamente, tendremos que rascarnos con nuestras propias uñas, si es que todavía nos quedan.
Y nuestro Chapulín Colorado (nuestro anti héroe que nos sacaba la risa), lamentablemente no está con nosotr@s.
Es una PENA.
Gracias INFINITAS por su columna y por sus escritos.
Carmen Virginia Jiménez Rivera
