Al estilo de algunos de nuestros arzobispos actuales (monseñor Francisco Ozoria y monseñor Jesús Castro Marte, pueden servir de ejemplos), importantes temas electorales, de moral política, ya han sido debatidos.
De nuestra parte agradecemos la Carta Pastoral del 20 de enero de 2020, como una valiosa guía del comportamiento ético y político para estas próximas elecciones.
La literatura epistolar que remite la Conferencia del Episcopado Dominicano, en la celebración del 60 Aniversario de la Carta Pastoral de Enero de 1960, es un auténtico manifiesto de contenido electoral (commentariolum petitionis) y expresa ciertamente su compromiso con la solución de muchas de las inquietudes de la sociedad dominicana, fruto de la vorágine política, que algunos creen está orillándonos al abismo social, como nunca antes en la historia.
El centro de partida es esta Carta pastoral que nuestros obispos han escrito con audacia y paciencia (antes que perdamos la paciencia), es motivada por los escándalos de corrupción, la falta de integridad de los actores políticos, y otros desvaríos que están llevando angustia e impotencia a la sociedad dominicana.
Dos, en particular: nuestra política perece tener como único objetivo alcanzar riquezas en base a corrupción; el otro es el interés de ciertos políticos que harán de todo para mantenerse en el poder.
El mensaje de los obispos está dirigido a modo de quejas, a aquellos candidatos que no sienten temor ni de su propia sombra, ni de las leyes con las que han de gobernar; y a modo de advertencia del compromiso de los votantes, “esa masa sufrida y condenada a la que sólo asiste el consentir”.
En la primera parte, la pieza delinea su pensar sobre el compromiso por el respeto a las normas de los actores políticos involucrados en las próximas elecciones: JCE, candidatos, electores y medios de comunicación; en la segunda parte, expresa su preocupación por los niveles de violencia, corrupción y debilidad en la Justicia penal. Y tres, la esperanza. Sugiere que haya una agenda política, que se eduque al ciudadano y que se haga un pacto nacional.
Las 33 exhortaciones del documento, desde la óptica de la fe, representan puros reclamos y consejos en los que se recalca el compromiso social y político que todos los ciudadanos deben asumir en la “coyuntura actual”, los cuales sirven de ayuda para que salgan con bien las elecciones.