SANTO DOMINGO.-Marcada por las mujeres que le antecedieron, como su madre y sus abuelas, de perfil honesto, sencillo y solidario, Carolina Mejía Gómez, secretaria general del Partido Revolucionario Moderno, aprendió a reconocer el gran valor que tiene la vida.
Bajo esa filosofía vivió su infancia en Gurabo, provincia Santiago de los Caballeros, donde entendió que para ser feliz hay que disfrutar de las bendiciones que Dios te da día a día. “Uno descubre que en esa simpleza está el gran sentido de la vida”, dijo Mejía Gómez.
Desde pequeña Carolina Mejía fue una niña alegre y no hubo un ritmo musical que pasara desapercibido y que ella no lo bailara.
Aunque se define como una mujer de carácter fuerte, pero respetuosa, reconoce que recibió una educación de manos duras, donde sus padres, el ex presidente Hipólito Mejía Domínguez y Rosa de Mejía, le definían las reglas, donde su mayor responsabilidad eran los estudios.
Otra de las reglas en la casa era que todos los días, junto a sus padres, tenía que desayunar, comer y cenar. En ese sentido, afirma que quisiera tener esa misma oportunidad con sus hijos.
Reconoce que la complejidad de la vida, el tránsito, le impiden hacer lo mismo. “Pero me han dado otras satisfacciones y privilegios”, sostuvo.
Siendo una niña descubrió el peso de la política en su hogar, cuando en las elecciones de 1978, en horas de la madrugada, la despertaron para llevarla junto con sus hermanos a casa de un tío, por la tensión que existía en esos momentos.
Pese a las presiones del gobierno encabezado por Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán ganó las elecciones e Hipólito Mejía pasó al tren gubernamental como secretario de Agricultura.
Cómo enfrenta la vida
Narra que decidió estudiar Economía por el reto que representaba, ya que las cosas fáciles no dan satisfacción.
Eligió la carrera de Economía en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra porque tenía definido asumir el reto por algo que tuviera una cantidad de obstáculos que tuviera que vencer.
Señala que fue acertada su decisión, ya que le ha servido de base en cada uno de los trabajos que ha realizado.
Detalla que se inició en el mundo laboral en la Compañía Dominicana de Teléfonos (Codetel), como “encargada de las Relaciones Comerciales con las Telefónicas de Estados Unidos y Canadá.
Trabajó también en la Tesorería Nacional. Luego se fue a trabajar con sus hermanos Ramón Hipólito y Felipe, donde es copropietaria en la empresa familiar.
Carolina Mejía contrajo matrimonio con Juan Garrigó Lefeld, con quien procreó tres hijos: Juan de Jesús, Diego José e Isabel Carolina.
Mejía Gómez afirma que a sus hijos los ha criado con valores y, sobre todo, con la enseñanza de que la unidad familiar debe estar por encima de cualquier cosa.
Apoyo a padre
Como una forma de ayudar a su padre en el gobierno se desempeñó como coordinadora del Consejo Asesor del Presidente, miembro suplente de la Junta Monetaria del Banco Central y embajadora adscrita a la Cancillería, ya que el objetivo era que su progenitor quedara bien.
En la familia Mejía Gómez siempre ha apoyado las decisiones de sus miembros. Y aseguró que este apoyo no puede estar sujeto a remuneración.
“Así ha sido y lo seguirá siendo, por eso desempeñamos labores privadas, para tener independencia económica, lo que nos da la libertad de trabajar y accionar con tranquilidad”, dijo Carolina.
La crisis bancaria
Reconoce que la crisis económica del año 2003, generada por el colapso de los principales bancos privados del país, fue uno de los momentos que le marcaron su vida como una mujer que anhela ser servidora pública.
Reconoce que fue valiente la actitud tomada por su padre en esa ocasión, aun sabiendo que como familia tendría que pagar un precio político.
“Los problemas, y más cuando son del país, no deben posponer sus soluciones, sino enfrentarlos”, argumentó.
En ese sentido, entiende que si los gobernantes tuviesen eso claro, el país sufriría menos los impactos productos de dicha irresponsabilidad.
“Ante las evidencias que existían, era imposible postergar esas medidas”, expresó, al poner de ejemplo la crisis de los bancos privados.
Dijo sentir frustración al descubrir que el presidente Leonel Fernández, por evitar pagar un costo político no fue capaz de enfrentar la crisis de los bancos, que ya estaba en su gobierno, y que era cuestión de tiempo para que explotara.
“Porque la crisis se incuba en un periodo y se paga en otro”, señaló.
Otra de sus críticas es a la incapacidad que han tenido los peledeístas, de antes y de ahora, de hacer los correctivos en su momento. Puso de ejemplo las recomendaciones que hizo el Banco Mundial con relación al pacto fiscal, para corregir la mala calidad del gasto público.
Entiende que el Gobierno no está tomando las medidas correctivas y que además continuará con la carrera de préstamos, sin buscar soluciones a los problemas del país.
En torno las sanciones por corrupción, Carolina dijo que mientras se tenga un aparato judicial incapaz de juzgar a todos por igual, no se podrá garantizar la seguridad en el país.