Madrid.- “Vivir y amar”, la máxima que subyace en el último disco de Carlos Vives, es también el consejo que el “rey del vallenato” ha querido transmitirle en los últimos meses a Maluma, rutilante representante de la nueva voz musical de su país.
“Con él me veo en actitud de papá”, reconoce en una entrevista con Efe celebrada hoy en Madrid al preguntarle por su relación con el intérprete de “Felices los 4”, al que ha recomendado “que se deje querer por la gente y que la quiera, que viva cada etapa de su carrera y que conserve esa razón por la que como artista se hacen las cosas más allá de las vanidades, la ropa o esas cosas».
Con Maluma comparte agente, oficina de representación, tiempo, espacio y también su misión como “coach” en el programa de televisión “La Voz México”, por lo que considera que no está lejos el día en que ambos tracen una colaboración vocal.
“En Colombia somos muy melómanos y escuchamos música muy diversa. El vallenato, que es un folclor joven y aparentemente muy pequeño, me mostró todo un universo de música con el que está conectado. Esa es una de las cosas más bellas que me ha dado mi trabajo- mostrar cómo nos tocamos todos por encima de las fronteras”, dice.
En “Vives” (Sony Music) decimoquinto álbum de estudio de su carrera y la excusa que lo ha llevado una vez más de promoción a España, el influjo urbano de su joven compatriota está presente, pero no son los únicos colores diferentes con los que ha pintado más allá de aquellos por los que se hizo conocido hace 25 años con “La gota fría».
“Yo pienso que la música es una sola. Aunque surjan máquinas nuevas, al final se alimenta de cosas que no pasarán nunca de moda”, opina quien arranca su nuevo disco con un mambo rapeado y que en una de sus letras se declara enamorado de todos los estilos, incluso “del hip-hop y el reggae y el reggaeton y el palenque».
“Ahora que ha llegado todo el movimiento de las músicas urbanas, no sabes cómo se conecta con las cumbias y el vallenato”, destaca Vives (Santa Marta, 1961), que en otro momento del álbum se queja de la pérdida de importancia que ha vivido la música de raíz ante la irrupción de esos nuevos estilos, especialmente en la radio.
Personalmente asegura no haber sentido pérdida de atención en los medios, en parte porque su música no se ajusta exactamente a los cánones.
“Entendí desde el principio que si me subía al escenario y electrificaba mi música no podía llamarlo folclor, aunque se alimente de ello”, precisa Vives, quien presume de recibir invitaciones de artistas jóvenes de otras corrientes para colaborar.
“Igual en un momento parecía que había escogido el camino menos indicado para hacer carrera, pero hoy se ve que fue el más acertado”, concluye el músico tras lanzar este álbum con dúos junto a colegas como Thalía, Sebastián Yatra o Shakira en la archiconocida “La bicicleta».
En su nuevo álbum hay tiempo también para los contenidos sociales, ya sea con forma de canto de amor a México, un país que siente como propio y que le pareció especialmente necesario a raíz de los ataques contra los inmigrantes en EE.UU., o para manifestarse en contra de la violencia doméstica.
“La música ayuda mucho como herramienta para llevar ese mensaje y para cambiar una contracultura de machismo exacerbado”, considera, consciente de las críticas que, paradójicamente, despiertan estilos como el citado reguetón por ayudar a perpetuar viejos roles de género.
“El reguetón tiene cosas buenas y otras no tanto, pero como ha pasado con muchos géneros”, defiende Vives, que encara 2018 con optimismo y la vista puesta en una nueva gira que podría traerlo a España.