El colombiano Carlos Vives recibió este año las nominaciones por Grabación del Año y Canción del Año con su popular “Bicicleta".
Medellín.– El cantautor colombiano Carlos Vives dio hoy por primera vez en su carrera un concierto para niños, en el estadio Atanasio Girardot de Medellín, y rindió tributo a la música vallenata, declarada ayer por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
“Vives solo para niños” comenzó con la canción “Corazón Profundo”, la primera de 17 temas que el artista interpretó ante el público infantil que asistió a este espectáculo gratuito, realizado en el marco del evento navideño “Festival de las Luces».
En el concierto, cargado de energía y emotividad, alternó sus reconocidos éxitos vallenatos con temas como “El gato bandido” y “El modelo alfabético”, de su trabajo discográfico “Pombo Musical”, un homenaje al escritor colombiano Rafael Pombo, conocido por sus fábulas y poemas infantiles.
“Hacer un concierto solamente para niños era un sueño pensado hace mucho tiempo y que por primera vez realizo”, expresó el artista nacido en la caribeña Santa Marta antes de subir al escenario, en el que estuvo acompañado por personajes de cuentos colombianos.
Varias “performances” realizadas por una compañía teatral despertaron el interés de las más de 20.000 personas que asistieron al concierto, en el que Vives aprovechó para exaltar el legado que dejaron los mejores exponentes del vallenato.
“Los vallenatos son cuentos, unas historias increíbles que nos cuentan los juglares. Yo los conocí cuando era un niño así como ustedes”, dijo Vives antes de empezar a interpretar en compañía del acordeonista Egidio Cuadrado “El Cantor de Fonseca”, uno de los vallenatos más tradicionales y épicos.
Para continuar exaltando al género que ayudó a internacionalizar, Vives sostuvo que los juglares “marcaron” su infancia, pues compartió con ellos desde temprana edad. Indicó que la declaración de la Unesco es “un reconocimiento para ellos” y mencionó a algunos de esos compositores de vallenatos con aura de leyenda ya fallecidos como Leandro Díaz, Alejo Durán o Carlos Huertas.
«¡Que viva el vallenato!”, gritó el cantautor para darle entrada a su acordeonista, quien brilló durante las interpretaciones de “La Tierra del Olvido”, “La fantástica”, “Mi caballito” y “Fruta fresca».
Además, hizo un recorrido por las historias de los pueblos en los que nació el vallenato, habló de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta y del aporte que le hicieron a su música con la gaita, un instrumento que junto al acordeón siempre ha sido protagonistas en sus canciones.
Vives, ganador de dos Premios Grammy y nueve Grammy Latinos, llevó su presentación a un mayor nivel cuando se atrevió a exhibir su talento con el balón mientras recordaba con su canción “Pa’ Mayté” que en Santa Marta, su ciudad natal, jugaba fútbol con el legendario “Pibe” Valderrama.
El momento más sublime lo alcanzó cuando compartió escenario con su pequeña hija Elena Vives, con quien interpretó “Nota de Amor”, tema que originalmente grabó con los cantantes de música urbana Daddy Yankee y Wisin.
“Quiero casarme contigo” cerró una noche que el propio Vives calificó como un “sueño” y que “alimentó su trabajo”, tras llenar de mística el estadio Atanasio Girardot con un espectáculo que lo hizo volver a ser “niño” y honrar al género con el que recorrió el mundo.