Carla Michel

Carla Michel

Carla Michel

David Alvarez

Esta sociedad dominicana está enferma. La muerte de Carla Michel no vale más que unos días de sanción para sus asesinos. Con solo cuatro meses de edad murió ahogada por la acción de agentes de la DNCD que actuaron criminalmente para impedir que ella se salvara.

No he escuchado con fuerza -y mucho silencio cómplice- a quienes defienden la vida como un servidor, desde su concepción hasta su muerte natural, del crimen de esta niña.

¿Acaso valía menos que la de un bebe sin nacer? ¿Temor quizás a cuestionar el autoritarismo de la lucha contra el narcotráfico? ¿O la minusvalía que los pobres padecen aquí por la arrogancia de quienes tienen poder político, social y económico?

Esa muerte nos retrata de cuerpo entero. La santidad de la vida es pura demagogia. Los pobres no valen como personas, solo sirven para ser explotados y se mantengan callados, silenciando su dolor y sufrimiento.

El ahogo final de esa bebe debe dolerle en la conciencia a quienes defienden este orden injusto, a quienes desprecian a los pobres, a los que les explotan sin misericordia.

Carla Michel vale cada día de su vida más que los intereses del poder. Su gemido final condena a muchos de esta sociedad y debemos recodarla siempre. Hasta que la vida de todas las Carla Michel valgan, esta sociedad debe lamentar su muerte. Ni la bandera, ni el himno, ni el patriotismo barato valen más que Carla Michel, Si no hay patria para todos, mejor que se hunda.



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