Caribbean Fantasy, cuando los excluidos protagonizan sus historias

Caribbean Fantasy, cuando los excluidos protagonizan sus historias

Caribbean Fantasy,  cuando los excluidos protagonizan sus historias

La puesta en escena del documental Caribbean Fantasy en la Cinemateca Nacional, marcó el inicio del III Festival de Cine Documental de República Dominicana y El Caribe que se llevará a cabo del 10 al 17 de marzo.

Es una historia donde sus protagonistas no son profesionales de la actuación, sino gente del barrio, marginados, víctimas del olvido de las autoridades y de una sociedad muy desigual;nadie mejor que ellos para interpretar estos roles.

La trama se desarrolla sobre el cauce y la ribera del río Ozama, nos describe los periplos por los que atraviesa Ruddy, un yolero del sector los Guandules, quien en una pequeña yola de madera cruza a las personas de un lado a otro del afluente, es así como obtiene el sustento para el día a día. Es humilde y desinteresado, de las pocas monedas que gana, también le da algo a su madre.

Bajo una casucha de madera y zinc agujereado, de esas que se inundan cuando el Ozama aumenta el caudal, Ruddy mantiene una relación amorosa con Morena, quien está casada con otro hombre, pero dice claramente que el otro no le resuelve en lo que ella necesita… “No todo es comida”, expresa la mujer.

Siente culpa por lo que hace, el problema de la elección moral la persigue, quiere dejar de tomar alcohol y no ser parte de un triángulo amoroso, eso la lleva a refugiarse en  la religión.

A pesar de la calidad de la fotografía y el buen trabajo técnico, la narrativa se interrumpe con cambios bruscos de escenografía, quizás poco justificado en la trama; hay momentos donde los protagonistas están sobre la yola en plena faena y luego los vemos en casa, en un interrogatorio, respondiendo a las inquietudes de una incisiva entrevistadora.

Lo novedoso de este mediometraje, producido por la cineasta Johanné Gómez es que nos muestra una historia diferente, en la que dos «desarrapados» son protagonistas de un interesante relato cotidiano.

Grabar en este escenario es también un gran desafío, pocos productores y realizadores cinematográficos se atreven a visitar esta zona de la capital dominicana, cerca del centro de la ciudad pero lejos de ser un lugar adecuado para una vida digna.