WASHINGTON.— La Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el viernes dos cargos contra el presidente Donald Trump, por abuso de poder y obstrucción a las labores del Congreso, con lo que los demócratas remitieron el caso de juicio político a la votación en el pleno de la cámara baja.
Es un gran paso más en la tormenta constitucional y política que divide al Congreso y a la nación.
La división partidista en la votación —23 demócratas a 17 republicanos— refleja el ambiente en el Congreso. Se prevé que la cámara baja, de mayoría demócrata, aprobará las acusaciones contra Trump la semana entrante, antes del receso de fin de año.
En tanto, es probable que la mayoría republicana del Senado lo absuelva al cabo del juicio, en enero.
El primer cargo acusa a Trump de abusar del poder de su cargo al pedir a Ucrania que investigue a su rival político Joe Biden y retenerla ayuda militar como forma de presión.
El segundo lo acusa de obstruir al Congreso al impedir los esfuerzos de la cámara para investigar sus acciones.
“Hoy es una jornada solemne y triste”, dijo el presidente de la comisión, el demócrata Jerrold Nadler, a los periodistas después de la sesión, en la cual, por tercera vez en la historia, se votó a favor de celebrar juicio político a un presidente.
Dijo que el pleno de la cámara actuaría de manera “expedita”. Tras la votación, la secretaria de prensa de Trump, Stephanie Grisham, calificó el proceso de “farsa desesperada”.
Dijo que “el presidente espera recibir en el Senado el trato justo y el debido proceso que vergonzosamente le negó la cámara”.
La votación fue veloz y solemne, sin los discursos fogosos ni las referencias históricas eruditas que caracterizaron las dos jornadas previas de debate.
Nadler puso brusco fin a esa rencorosa sesión a fin de realizar la votación a la luz del día y a la vista de los estadounidenses.
Los legisladores demócratas respondieron “sí” y los republicanos “no” a los llamados a votar.
“Se aprueba el cargo”, dijo Nadler después de cada votación. La sesión duró apenas unos minutos. Trump es apenas el cuarto presidente sometido a juicio político y el primero que se presenta a reelección al mismo tiempo.
El desenlace de la posible votación en el pleno de la cámara conlleva consecuencias políticas posiblemente graves para los dos partidos de cara a las elecciones de 2020.
La ciudadanía está profundamente dividida sobre si los actos del presidente en verdad ameritan juicio y si corresponde al Congreso o a los votantes decidir si debe continuar en funciones.
El presidente tuiteó por la madrugada que los republicanos de la comisión eran “guerreros”. Después de la votación dijo en la Casa Blanca que los demócratas quedaban “como unos tontos” y calificó el proceso, como suele hacerlo, de “cacería de brujas”, “estafa” y “fraude”.
En un nuevo giro a la situación, el abogado personal del presidente, Rudy Giuliani, apareció en la Casa Blanca el viernes.
Acababa de regresar de Ucrania y previsiblemente informaría a Trump sobre sus gestiones para obtener información. Muchos legisladores republicanos tratan de volver la espalda a Giuliani, a quien culpan por el lío en que se encuentra el presidente.