Nicaragua.- Militantes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) recorrieron este lunes con caravanas diferentes ciudades de Nicaragua, para celebrar el aniversario número 42 de la revolución que derrocó al dictador Anastasio Somoza Debayle (1925-1980).
Las caravanas estaban conformadas por filas compuestas de automóviles del Estado, incluyendo ambulancias y camiones de bomberos, seguidos por varios vehículos particulares ataviados con las banderas rojinegras del FSLN y las sirenas encendidas, que recorrieron las principales calles de diferentes municipios de Nicaragua.
En algunos casos las caravanas incluyeron a motociclistas y canciones dedicadas al presidente Daniel Ortega, quien espera ser reelegido en las elecciones generales del 7 de noviembre próximo, en las que parte como principal candidato luego del arresto de seis aspirantes opositores.
Tal como ocurre desde el estallido social de 2018, en las caravanas sandinistas se observó un desborde mínimo de personas sobre los automóviles, según pudo constatar Efe y tal como se reflejó en las imágenes compartidas desde diferentes ciudades a través de las redes sociales.
Las imágenes de la poca afluencia de sandinistas a las caravanas fueron aprovechadas por los opositores para hacer comparaciones con las fotografías de las manifestaciones antigubernamentales de 2018, cuando cientos de miles de nicaragüenses protestaron contra Ortega y fueron dispersados con ataques armados que dejaron cientos de presos, muertos o desaparecidos, tras lo cual se prohibió la reunión de disidentes.
En horas de la noche, cientos de sandinistas se habían aglomerado en la Plaza de la Fe Juan Pablo II para observar un espectáculo de fuegos artificiales en honor de un aniversario más de la revolución.
Dicho aniversario es la fiesta más importante del año para los sandinistas, que antes de la ruptura sociopolítica de 2018 atraía a cientos de miles de personas, que se aglomeraban alrededor de la figura de Ortega.
De la mano de Ortega, el sandinismo ha recibido críticas de la oposición y de la comunidad internacional, que señalan a una parte de sus dirigentes y militantes de cometer violaciones contra los derechos humanos.
En las elecciones de noviembre próximo, señaladas por la oposición de “viciadas”, Ortega se jugará 42 años de primacía casi absoluta sobre la política de Nicaragua. EFE