La policía venezolana informó este lunes que la excongresista colombiana Aída Merlano fue detenida en Maracaibo.
La expolítica cumplía una condena de 15 años por fraude electoral en Colombia, pero protagonizó una insólita fuga en octubre del año pasado, aprovechando una visita al dentista. Llevaba desde entonces en busca y captura.
Miguel Domínguez, director de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de Venezuela, la policía élite creada por Nicolás Maduro en 2017, confirmó la noticia de su captura en las redes sociales.
«Tras arduas investigaciones realizadas por nuestros funcionarios de las FAES, fue detenida la exsenadora Aída Merlano», dijo Domínguez, mostrando una fotografía de la que sería Merlano de espaldas junto una mesa y varias identificaciones que parecen indicar que habría entrado al país con documentación falsa (y unas pelucas rubias).
También explicó que Merlano ingresó al territorio venezolano «de forma ilegal en compañía de un ciudadano colombiano indocumentado«.
«Ambos fueron trasladados y puestos a la orden del Ministerio Público», agregó.
Medios colombianos dicen que se está investigando si el hombre detenido fue quien le ayudó a escapar, aunque esto no ha sido confirmado por fuentes oficiales.
Esta captura deja en una situación complicada al gobierno de Iván Duque, que debería solicitar ayuda a las autoridades venezolanas para pedir la extradición de Merlano y que así pueda seguir cumpliendo la condena en Colombia.
Sin embargo, las malas relaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro le sitúan en una encrucijada.
En las redes sociales, varios se preguntaban si Duque debería pedir ayuda a Maduro o a Juan Guaidó, a quien más de medio centenar de países reconocen como presidente «interino».
Este martes, el Ministerio de Justicia de Colombia aclaraba la polémica a través de Twitter: solicitará la extradición «ante el legítimo Gobierno de Venezuela, en cabeza de Juan Guaidó».
Una fuga de película
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec) dijo cuando Merlano se fugó que había activado un «Plan candado» para recapturarla, al tiempo que investigaba cómo se le había otorgado el permiso para asistir a la cita con el dentista.
Un video tomado aquel 1 de octubre día por una cámara de seguridad mostró una soga en la calle, a plena luz del día, y a Merlano descolgándose abruptamente de ella, para sorpresa de los transeúntes, que trataban de auxiliarla.
Luego se puso en pie y huyó en una motocicleta que la esperaba en la calle.
Merlano, de 43 años, fue representante en la Cámara Baja entre 2014 y 2018.
Fue luego elegida al Senado para el período 2018-2022, pero no asumió el cargo acusada de fraude electoral.
La detuvieron por superar los gastos máximos establecidos por la ley para la financiación de las campañas electorales. Se excedió en cerca de US$500.000, según la Fiscalía General.
También se le acusa de haber comprado votos, de corrupción al sufragante y tenencia ilegal de armas.