Capotillo “bajo la mirilla” policial, asume vigilancia como un aparataje

Desconfianza. La gente no cree en los policías porque aseguran que “cogen dinero” y se hacen de la vida gorda. Miseria. El populoso sector está matizado por el abandono y deficiencia de servicios.
Santo Domingo.-“Igual tó, esto es aparataje….”; “Más… de lo mismo”, “Los primeros corruptos con son ellos (los policías); “Lo peor es que detienen al serio y a quienes están trabajando”.
Esas son algunas de las reacciones de la gente en el populoso y controversial ensanche Capotillo tras el patrullaje implementado por las autoridades para controlar el microtráfico y actos reñidos con la ley desde el pasado sábado.

Los comunitarios responden sigilosa y escuetamente mirando para todas partes y de inmediato se van por temor a represalia. La generalidad parece estar “amordazada”, no quieren hablar porque todos se conocen y están claro de que, al parecer, de que se trata de medidas mediáticas.
Ambiente de la 42
En la calle 42 caracterizada por el “teteo nocturno, música estridente y alcohol, droga y muchas otras acciones que convierten el lugar en un entorno fuera de control” este domingo al medio día exhibía un ambiente de tensión, acordonada por decenas de agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) que vigilan celosamente el lugar.
Al igual que allí ocurre en la calle José Martí, donde están ubicados dos destacamentos; mientras que en el resto del sector se observan agentes de los “Armas y Tácticas Swat” y los Boinas Gris, con armas largas y chalecos antibalas que pretenden imponer el orden.
Una buena parte, realiza sus actividades cotidianas, otros se mantienen con las puertas cerradas o tomándose su fría en los colmados como si nada pasara.
“Lo grande es que el patrullaje se para donde hay bocina de casas, pero a los que son delincuentes y manejan droga, no hacen nada. En los colmados, que le dan su dinero, pasan y van. Uno llama al 911 porque no soporta la bulla, ellos vienen, le dan su cuarto y se van de una vez.
Se llevan a los muchachos serios y a los delincuentes no”, describió Carolina Rodríguez en la calle General Sucre.
Asegura que allí se necesitan policías de verdad, que impongan la ley. Ella residía en la 42 e insiste al igual que otros, que las medidas deben ser más profundas. Virginio Santos Veloz consideró que era obligatorio el patrullaje porque de todos modos el libertinaje ha mermado.
“Antes se vivía tranquilo, pero de veinte años acá se ha vuelto un desastres, hay que organizar esto, pero las ayudas no pueden ser para un grupo”, comentó.
La mayoría allí, aunque no se identifica, afirman que la corrupción viene de arriba y hasta que eso no cambie, el barrio tampoco. El ambiente luce sumergido en el abandono y la miseria, matizado por la deficiencia de servicios básicos.
Plan estratégico
Durante años, el sector Capotillo, ha sido señalado como uno de los principales centros de operación del microtráfico de drogas en la capital. A esta problemática se ha sumado en los últimos tiempos un creciente clima de libertinaje, donde se realizan fiestas callejeras hasta el amanecer, con alto volumen de música, consumo de alcohol y violaciones constantes a las normas de convivencia y a las leyes vigentes.
Como parte de una estrategia para recuperar el control del sector, las autoridades ejecutaron en la madrugada del pasado sábado un operativo a gran escala, en el que participaron agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, acompañados por decenas de fiscales del Ministerio Público.
Durante la intervención, fueron ocupadas drogas, armas de fuego, máquinas tragamonedas ilegales y objetos vinculados a actividades ilícitas. Además, se reportó la detención de varias personas.
Algunas acciones
— Alcance operativos
El operativo incluyó el cierre de puntos de venta de drogas, incautación de equipos de sonido utilizados para las fiestas clandestinas que en ocasiones, se desarrollaban sin ningún tipo de regulación ni respeto a los derechos de los vecinos.
Gobierno pretende restablecer el orden
Hallazgo. En su intervención, las autoridades descubrieron un centro de monitoreo clandestino, supuestamente instalado por redes de microtráfico, desde donde se vigilaban con cámaras quién entraba y salía del sector. En el operativo participaron 45 fiscales y más de 640 agentes, quienes realizaron 32 intervenciones, incluyendo 22 allanamientos y 10 intervenciones en lugares abiertos.
El Ministerio de Interior y Policía anunció que ampliará sus programas sociales en Capotillo como parte de esta intervención.
Según informaron las autoridades, el plan es mantener presencia activa y constante en Capotillo, con el objetivo de frenar las operaciones delictivas, mejorar la seguridad y restaurar el orden.
*Por Yanet Féliz/Joan Vargas
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