
Santo Domingo.-El caos vehicular que se genera en las grandes ciudades dominicanas sigue provocando malestar en los habitantes y visitantes que cada día tienen que transitar para llegar a su destino.
Las dificultades parece que no acabarán, ya que no importa la hora del día, siempre hay tapones, los cuales se agudizan especialmente en las denominadas horas pico, es decir, en las de entrada y salida a los centros de trabajo.
Este escenario se puede observar mayormente en las vías del Distrito Nacional, donde la congestión no parece tener fin, lo que obliga a que conductores tengan que hacer malabares y en ocasiones se generan discusiones que de todos modos no terminan con los fastidiosos tapones que se crean de forma inesperada y, que provocan pérdida de tiempo.
Una ruta que pudiera recorrerse en 20 y 30 minutos toma más de una hora, lo que origina incomodidades y obliga a muchos a aplazar sus salidas.
