Hugo López Morrobel
Los seguidores del béisbol se mantienen hasta ahora “estupefactos, incrédulos, perplejos” y quizás hasta un poco “desconcertados”, con la extraordinaria actuación que está desarrollando el dominicano Robinson Canó, durante toda la temporada 2024 en la Liga Mexicana de Béisbol, teniendo en cuenta que la mayoría, entre los que me incluyo, inferimos que aceptar un contrato para la pelota azteca, ya a sus 42 años, podría constituir un fracaso espectacular, tras haber compilado muy buenas estadísticas en su exitosa carrera de 17 temporadas en Grandes Ligas.
Sin embargo, el tiempo está demostrando que la totalidad de los críticos a su decisión de jugar en la pelota azteca, cometimos un error, al considerar algunos que ya estaba acabado, y otros, pensando en el posible deterioro de su imagen tras una excelente trayectoria.
Las estadísticas de Canó son hasta el momento estratosféricas, con promedio de .435, 23 dobles, 14 jonrones, 68 remolcadas, siendo el octavo en este último renglón.
Esa labor ha convertido a Robinson en el jugador de más seguimiento que le están dando los aficionados y la prensa mexicana en el actual torneo, teniendo en cuenta que su equipo ostentar el mejor récord de la liga, con 65 triunfos y 17 reveses.
Siempre se ha sostenido que una avanzada edad es la causa principal del declive de un atleta, pero parecería que Robinson es como el vino, o quizás es descendiente de Matusalén, personaje bíblico que supuestamente vivió más de 900 años.
Con esos números que exhibe en México, pensé que algún equipo GL se interesaría en sus servicios, aunque esa liga se considera de menor nivel que una Triple A, pero hay que ser honesto, esas robustas estadísticas son difíciles de lograr, hasta jugando en las ligas Mercedes o Payero.
